Las gasolineras de Galicia ya no sirven el combustible más caro de España

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

La comunidad baja al sexto puesto tras la unificación del impuesto de hidrocarburos

08 mar 2019 . Actualizado a las 13:59 h.

El Ministerio para la Transición Ecológica acaba de hacer público el informe sobre el comportamiento de los precios de los carburantes de automoción durante enero, el primer mes de aplicación de la armonización fiscal en el impuesto de hidrocarburos, ahora igual en todas las comunidades autónomas. Gracias a esto, las estaciones de servicio gallegas ya no son las más caras de España para repostar como era habitual en los últimos años. En enero fueron las quintas de la península, sin contar las de Baleares.

El panorama para el consumidor gallego ha mejorado, pero la unificación de impuestos en los carburantes no se ha traducido en una equiparación total de precios.

Como se puede comprobar en el gráfico que acompaña esta información, el gasoil se sirvió en enero en Galicia a 1,17 euros el litro y la gasolina, a 1,21. Más caros que aquí estuvieron los combustibles que se vendieron en las islas Pitiusas, el País Vasco, Cantabria, Madrid y Asturias. Más asequibles fueron los que se sirvieron en otras diez autonomías: la que más, Murcia, donde la gasolina costó tres céntimos menos que en Galicia y cuatro el gasoil.

Curiosamente, esa última comunidad coronada como la más ventajosa de España para llenar el depósito y la gallega tienen en común que ambas cuentan con una refinería de Repsol. Lo mismo le ocurre al País Vasco.

Pero la presencia de una instalación de ese tipo, que acorta los plazos para la distribución del producto final entre las estaciones de servicio, no garantiza, como se ve, que estos sean más baratos. La carga impositiva ya es la misma, así que ¿qué factores influyen en que la gasolina sea más o menos barata? El principal, la concentración de gasolineras. Cuantas más haya, más competencia y más barato será el precio de venta al público. En Galicia hay, pero abundan las de Repsol, por eso desde la Xunta intentan fomentar la instalación de negocio firmados por otras empresas, a poder ser independientes. Para el sector del transporte, esa variedad de marcas que persigue el Gobierno autonómico no servirá para mucho si la distribución de los carburantes sigue estando en unas pocas manos. Y así es.

Además de ser la quinta más cara de la península, Galicia sirvió en enero la gasolina un céntimo más cara que la media nacional; en el caso del gasoil, dos céntimos por encima. 

Combustibles al alza

Mientras, el boletín petrolero de la Unión Europea publicó este jueves los precios medios de los carburantes por países durante la semana pasada. En comparación con los registros medios de enero, los combustibles se han encarecido un 4 %. Así, la gasolina cuesta ahora 1,25 y el gasoil, 1,22. El primer combustible se mantuvo invariable; el segundo subió un 0,83 % y encadena ocho semanas de aumentos.

El antiguo céntimo sanitario, igual para toda España 

Galicia servía hasta diciembre los combustibles más caros del país (solo por detrás de Baleares y superada en los últimos meses por Asturias con la gasolina) entre otras cosas porque aquí se aplicaba el tipo más elevado posible del tramo autonómicos del impuesto de hidrocarburos (mal llamado céntimo sanitario porque se creó para financiar eso mismo). Los carburantes gallegos estaban penalizados con un sobreprecio de 4,8 céntimos de euro por litro, al que se aplicaba encima el IVA. En total, casi seis céntimos más que en otras comunidades que decidieron no cobrar ese tramo, como Castilla y León. Esa diferencia con la comunidad limítrofe provocó un descenso del consumo de carburantes en la comunidad, sobre todo, en las estaciones de servicio colindantes con Castilla y León.

El anterior Gobierno central (PP) atendió finalmente las demandas que le llegaban de los operadores petrolíferos y de grandes consumidores de combustible, como los transportistas, y decidió aplicar tabla rasa al tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos, que no eliminarlo. Pero acordó que todas las autonomías cobrasen el tipo máximo del gravamen, como Galicia. Esta armonización fiscal está en vigor desde el 1 de enero pasado. Y los seis céntimos de diferencia con Castilla y León se han convertido en uno.