Una de cada diez herencias son rechazadas por los impuestos o las deudas

edurne martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

LUIS TEJIDO | Efe

Las renuncias han pasado de 16.000 en el 2010 a casi 47.000 durante el año pasado

04 mar 2019 . Actualizado a las 15:27 h.

Existen diferentes motivos para renunciar a una herencia. El primero que se viene a la cabeza es por los altos impuestos a pagar en caso de aceptarla, pero desde el Consejo General de Economistas explican que las distintas bonificaciones que tienen las comunidades hacen que sea difícil sostener esta idea. «¿Por qué alguien va a renunciar a un 30 %, en el peor de los casos, de un bien que no tenía?», señaló el responsable del registro de asesores fiscales del organismo, Luis del Amo, sobre todo teniendo en cuenta los mecanismos para financiar el impuesto y el período de tiempo que se da para poder conseguir el dinero con el que pagarlo. En un informe, ponen varios ejemplos para cada comunidad dependiendo del grado de consanguinidad del heredero. En el caso de una persona que hereda de su padre 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a una vivienda, en algunas regiones no pagaría nada al impuesto de Sucesiones, como en Andalucía o Cantabria; muy poco en otras como Canarias (134 euros); mientras que en las que más tendría que aportar sería en Castilla y León (81.000 euros) y Asturias (103.000 euros).

Hay muchos otros casos dependiendo de la cuantía heredada y del parentesco, pero incluso en el peor de los casos (si el heredero no es un familiar del fallecido y contaba con un patrimonio elevado antes de recibirla), con la misma herencia del caso anterior, el lugar donde menos pagaría sería Cataluña (306.000 euros) y el máximo en Murcia y Andalucía (499.000 euros ambas).

La «resaca» de la crisis

Es decir, que aun siendo este caso, el heredero conseguiría un dinero neto del que antes no disponía, por lo que Del Amo no entiende la «leyenda popular» acerca de que las renuncias se deben a los impuestos. En su opinión, este hecho atiende a razones más relacionadas con el endeudamiento del propio heredero, que si recibe dinero va a ir directamente destinado a sus acreedores y prefiere por ello renunciar, o a la deuda que la propia herencia lleve aparejada.

Según los datos del informe, el año pasado los españoles recibieron casi 430.000 herencias y cerca de 47.000 fueron rechazadas, un porcentaje próximo al 11 %. Las cifras confirman que la «resaca» de la crisis ha motivado el aumento de renuncias porque muchos ciudadanos están más endeudados que antes, explican. En el 2010 solo se renunciaba al 5 % de las herencias, unas 16.000 del total de 327.000 existentes, pero la cifra ha ido subiendo paulatinamente hasta el 10,89 % del 2018.

El presidente del Consejo, Valentín Pich, considera que este año electoral va a suponer que el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones baje en términos recaudatorios ya que «la competencia fiscal a la baja empieza este año a extenderse a hermanos y familiares más distantes». La novedad de este ejercicio tributario es que las comunidades están ofreciendo estas ayudas fiscales a los parientes de grado más lejano, como los primos o tíos del fallecido.

Sobre la movilidad de los españoles para tributar menos, es decir, cambiarse de residencia fiscal, Jesús Sanmartín, presidente del Consejo General de Economistas, explica que cada vez es más difícil engañar a Hacienda porque se persigue al contribuyente en sus movimientos económicos más básicos como dónde tiene el médico o dónde le domicilian las facturas de la luz, explica Sanmartín.