La red española del Deutsche Bank, ¿de nuevo en el radar?

A. B. LA VOZ

ECONOMÍA

Kai Pfaffenbach

Abanca podría retomar el intento de compra de las oficinas en España de la entidad alemana

26 feb 2019 . Actualizado a las 20:37 h.

En octubre del 2017, y tras meses negociando con el objetivo de deshacerse de su red en España, el gigante Deutsche Bank dio un giro radical a su estrategia y anunció que continuaría operando en el país. «Confirmamos que seguimos comprometidos con nuestro exitoso y rentable negocio en España», aseguró entonces la dirección del grupo alemán. Pero lo cierto es que tras el sorprendente cambio de parecer estaba el hecho de no haber logrado vender las oficinas españolas al precio esperado: 1.000 millones iniciales que se redujeron a 700 durante el proceso de negociación con las entidades interesadas. Abanca fue la única que hizo oferta firme -se estima que unos 400 millones-, pero ante el silencio del alemán, acabó retirándola. 

Ahora, año y medio después, la misma compra gana enteros para volver a estar sobre la mesa de ambos jugadores. Y es que después de la pretensión fallida de opar a Liberbank, Abanca tiene escasas alternativas si quiere continuar ganando tamaño en España.

La única opción -remota, en cualquier caso- en un panorama en el que prácticamente están agotadas todas las posibles compras, sería Ibercaja, aunque su pequeño tamaño y su pretensión de liderar la operación resultante la hacen inviable. 

Fusión con el Commerzbank

No ocurre lo mismo con el Deutsche, que, según confirman las fuentes del mercado consultadas, sería factible. ¿Qué ha cambiado en el último año y medio? La agudización de los problemas que arrastra el gigante alemán, que en último año ha perdido más de la mitad de su capitalización bursátil, acosado por los escándalos -el último, por lavado de dinero- y el interés del Ejecutivo germano en que se fusione con el otro gran banco del país, el Commerzbank. Esto volvería a poner sobre la mesa la posibilidad de desprenderse de su negocio en España.

Igual que en el 2017, la red, con casi 2.500 empleados que prestan servicio a más de 650.000 clientes, más de 220 oficinas, 40 centros de negocio y 18 de inversión, encaja perfectamente en los planes de expansión de Abanca, ya que su presencia se circunscribe especialmente a las zonas del centro, Mediterráneo y sur de España.

La entidad gallega -con exceso de capital y de liquidez y libre ya, desde enero del 2017, de las restricciones de Bruselas- tiene más de medio millar de sucursales en el noroeste español, entre Galicia, León y Asturias, pero quiere ganar peso en todo el territorio nacional. De hecho, cabe recordar que cerró el 2018 con la adquisición de la red de Deutsche Bank en Portugal y la más reciente compra al Estado luso de la filial española de la nacionalizada Caixa Geral, lo que la ha convertido en marca ibérica y en la séptima entidad del país, por detrás de Santander, BBVA, Sabadell, Caixabank, Bankia y Bankinter.