Poligal cierra su planta naronesa y destruye más de cien empleos

c. elías / b. couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

CÉSAR TOIMIL

Los trabajadores se concentrarán hoy frente al Concello de Narón

23 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresa Poligal presentó ayer en el Juzgado Mercantil de Barcelona concurso de acreedores para su planta de Narón, decisión que comunicó por la mañana a su plantilla. La intención de la compañía es la de liquidar la factoría y así lo ha hecho constar en la documentación aportada. De hecho, ha decidido el cese inmediato de la actividad en la planta, que cuenta con una plantilla directa de 108 trabajadores.

La dirección de la compañía, perteneciente al grupo Peralada, se ha dirigido a sus trabajadores para enviarlos a casa con un permiso retribuido y les ha trasladado que a partir de ahora será el administrador concursal el interlocutor y el que se ocupe de gestionar el futuro de la fábrica de film de polipropileno para el sector de la alimentación.

La empresa argumenta que la factoría es insolvente y no puede hacer frente a sus obligaciones. Explica que las pérdidas acumuladas desde el 2012 ascienden a casi 11 millones de euros, y solo en los dos últimos ejercicios han superado los 5,5 millones de euros. «La actual coyuntura del mercado, con continuas subidas de los precios de las materias primas y exceso de capacidad instalada han lastrado gravemente los márgenes de esta planta hasta hacer la situación estructuralmente insostenible», informa la empresa.

Una vez que se les comunicó la medida, la plantilla secundó una concentración en la planta, ubicada en la avenida do Mar de A Gándara. Los trabajadores, a los que cogió totalmente por sorpresa la decisión del cierre, tienen una media de edad que supera los cincuenta años por lo que advierten de las consecuencias que acarrea esta decisión para más de un centenar de familias de la comarca, a las que se suman otro medio centenar de puestos de trabajo indirectos con personal eventual, de compañías de transporte o de limpieza de la nave. «Íbamos a presentar al nuevo comité de empresa y no vino nadie de la dirección de Barcelona, contactaron por videollamada y nos comunicaron la decisión», explica el nuevo presidente del comité, Rafael Souto. Señala que ayer mismo quitaron las manillas de la zona de producción de la factoría para evitar que los trabajadores pudiesen acceder, por lo que desde el turno de la tarde han seguido realizando el horario laboral quedándose en las zonas de taquillas.

La plantilla acordó en asamblea las primeras medidas de presión que tomarán. Convocan hoy a las doce del mediodía una concentración frente al Concello de Narón. Y el lunes una protesta por las calles del municipio. Saldrán a las 10.00 horas de las instalaciones de Poligal en A Gándara para recorrer varias zonas del municipio hasta culminar en la casa consistorial naronesa, donde se reunirán con representantes de los grupos políticos locales. Hasta el lugar se acercó el senador socialista Ángel Mato para brindarles su apoyo y el BNG presentó iniciativas parlamentarias.

ERE en el 2012

Los últimos años de trayectoria de esta planta han estado marcados por el temor de la plantilla a que la falta de inversiones que se había comprometido a realizar finalmente les pasase factura, como así ha sucedido. Sin embargo, la empresa asegura que ha hecho «todos los esfuerzos posibles por revertir la situación, que ya es estructural, y que ha venido agravada por las actuales condiciones del mercado».

La empresa registra pérdidas acumuladas de 11 millones, 5,5 en los dos últimos años De hecho, Poligal ya había adelgazado la plantilla con un ERE en el año 2012 que supuso el despido inicial de 35 trabajadores a los que se sumaron otros 6 en los meses siguientes. «Hemos pasado de un pico de 230 personas en el 2010 a los 108 actuales», recuerda Souto. En este ERE se acordaron tomar dos posibles medidas para garantizar la viabilidad de la planta naronesa: la inversión en nuevas maquinas -el comité señala que estas se dispusieron en la factoría de Portugal- y la renovación de una línea de producción con una inversión de cinco millones de euros -una medida que nunca se llegó a tomar y sobre la que recaen varias sentencias, apuntan-. Además, hace año y medio la empresa abrió otra planta en Polonia generando aún más incertidumbre para Narón.