«Siempre que haya mucho viento, los precios de la energía irán a la baja, y al revés»

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

Avanza que la tarifa se abaratará como consecuencia de la entrada masiva de renovables en el 2020

04 feb 2019 . Actualizado a las 11:47 h.

Carmen Becerril Martínez dirige desde septiembre pasado el operador del mercado mayorista de electricidad, OMEL, cuyos resultados determinan alrededor de un tercio de la factura de la luz de los consumidores domésticos. Hace unos días participó en A Coruña en una conferencia en la que se explayó sobre el complejo mundo eléctrico. En ella, por ejemplo, recordó cómo de duras, e infructuosas, fueron las negociaciones con Francia para pactar el trazado de una nueva interconexión eléctrica entre ambos países. Ocurrió cuando Becerril ejercía como directora general de Política Energética, entre los años 2000 y 2004. Aquellas reuniones acabaron sin acuerdo, pero las autoridades galas debieron de quedar impresionadas con ella porque la nombraron chevalier de la Orden Nacional del Mérito. Es decir, caballero de la orden nacional del mérito.

-¿Quién está detrás de OMEL?

-Es una sociedad anónima participada por compañías eléctricas y bancos, y con otros accionistas como Bolsas y Mercados Españoles. Somos una empresa económicamente muy pequeñita, con un presupuesto anual de unos 15 millones, pero que gestiona un flujo económico de 15.000 millones al año. No somos una gran compañía del Ibex, nuestros activos son el talento y los ordenadores, que aseguran la fijación de los precios a partir de las ofertas que hacen los productores de energía y de la demanda de los compradores.

-Compañías que operan en el mercado están envueltas en expedientes sancionadores de Competencia e incluso investigaciones judiciales por presunta manipulación de los precios. ¿Es posible que sea así?

-Me parece un exceso hablar de manipulación. Todo el modelo de casación de precios se hace utilizando un algoritmo común para 22 países europeos, de nombre Eufemia. El mecanismo matemático funciona, dentro de su complejidad, con mucha transparencia. Es más. Para evitar cualquier tipo de conducta, tanto de la oferta como de la demanda, que pudiera entenderse que altera el sistema de fijación de los precios, se estableció hace unos años la creación de un departamento de monitorización, que identifica cualquier transacción que pueda considerarse dudosa.

-¿Y se ha detectado alguna?

-Los agentes suelen ser bastante meticulosos, precisamente para no verse involucrados en prácticas de ese tipo. En otros tiempos, que haya podido haber algún tipo de incidente, la verdad es que no me puedo pronunciar.

«Me parece un exceso hablar de manipulación. 22 países usamos el mismo algoritmo»

-En el mercado eléctrico se aplica el sistema marginalista: la tecnología más cara fija el precio medio que cobrarán todas las demás. ¿Qué sentido tiene?

-Desde el punto de vista estrictamente económico, todos los mercados son marginalistas, buscan el óptimo económico entre la oferta y la demanda. El comprador quiere que el precio sea más barato y el vendedor, más caro. Es el modelo menos malo. Incluso en el Reino Unido, que durante un tiempo apostó por los contratos bilaterales entre una central y un comprador, han vuelto a un modelo marginalista. De hecho, están dentro de Eufemia. Sigue habiendo contratos bilaterales en el mercado ibérico, que mueven el 15 % de la energía.

-Uno de los planes del Gobierno es precisamente que haya más contratos bilaterales para abaratar el precio de la electricidad.

-En Bruselas no ven con demasiado cariño que se salgan del mercado marginalista. Mi punto de vista es que el nuevo modelo energético tiene que ser flexible, que haya muchas opciones que al final arrojen un precio equilibrado que permita que se desarrollen las inversiones, por un lado, pero que, además, proporcionen a los consumidores una señal de precios adecuada.

-El Gobierno quiere hacer una reforma profunda del mercado, ¿le parece necesaria?

-Toda la normativa europea para hacer frente al proceso de descarbonización y de transición recoge nuevos modelos y elementos intentando precisamente dar cada vez más transparencia.

«No somos una gran compañía del Ibex, nuestros activos son talento y ordenadores»

-¿Cómo van a evolucionar los precios de mercado?

-Los del 2018 han subido mucho en toda Europa, por el CO2, el carbón y todas las materias primas. En España se incrementaron un 9,5 %, y en Francia o Alemania, el alza fue de dos dígitos, lo que es un triste consuelo. A medio plazo, los mercados financieros están dando por descontado que se van a integrar 8.000 megavatios renovables en el sistema español en el 2020 y de que después se instalarán aún más. Y esto está abaratando los precios medios a medio plazo. También nos están indicando una cierta convergencia entre España, Francia y Alemania. Porque el precio del carbón seguirá subiendo y eso impactará en Alemania y beneficiará a España, donde se está planteando cerrar térmicas.

-Esa entrada masiva de renovables ¿cómo va a afectar al mercado?

-Los precios serán más volátiles, pero hoy [por el viernes pasado], por ejemplo, son más baratos en España que en casi ningún otro país europeo porque hay una entrada masiva de eólica. Estos episodios, cuanta mayor sea la potencia renovable instalada, serán más frecuentes. Siempre que haya mucho viento habrá una variación de precio a la baja. Y al revés.