El Banco de España calcula que el alza del salario mínimo destruirá 125.000 puestos de trabajo

Redacción LA VOZ, AGENCIAS

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

Los trabajadores de más de 45 años, los más expuestos a perder su empleo

01 feb 2019 . Actualizado a las 18:43 h.

El Banco de España calcula que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros, en vigor desde este mes, podría suponer la pérdida de 125.000 empleos, un 0,8 % de los 16 millones de puestos de trabajo a tiempo completo que hay en el mercado laboral. En un documento publicado ayer, en el que recoge los cálculos empleados en las últimas comparecencias públicas del gobernador, el supervisor bancario extrapola al caso actual el impacto que tuvo sobre el mercado laboral el incremento del SMI en el 2017. Aunque entonces la subida fue del 8 % (frente al 22 % actual), lo que, reconoce, conlleva «un elevado grado de incertidumbre» en la simulación.

Con esta premisa, el estudio concluye que acabarán perdiendo su empleo uno de cada ocho trabajadores afectados por la subida (un 12,7 %, concretamente), es decir, de aquellos cuyos salarios por una jornada completa de trabajo se encontraban en diciembre por debajo de los 900 euros, que representan apenas el 6 % del total de asalariados a tiempo completo.

Los mayores, más castigados

Claro que, incluso dentro de la precariedad, el impacto no será igual para todo. De acuerdo a los cálculos del Banco de España, los trabajadores de más edad, aquellos entre los 45 y los 64 años, serán los más expuestos a perder su empleo por el aumento que deben aplicarles sus empresas en la nómina. El supervisor calcula que se perderán el 28 % de los puestos de trabajo con salarios inferiores a 900 euros en esa franja de edad, una tasa que se reduce al 15,9 % para aquellos de entre 33 y 44 años, al 1,6 % para los de 25 a 32 años y al 2,2 % para los más jóvenes.

Además, matiza que la medida no tendrá casi impacto en la masa salarial total que abonan las empresas, ya que los mayores sueldos de los que conservarán el puesto de trabajo se compensarán con los que dejarán de percibir los que pierdan el empleo. Esto provocaría, afirma, «un cierto aumento del grado de desigualdad de la distribución de las rentas laborales» entre distintos colectivos de trabajadores, justo el objetivo contrario del que pretendía el Gobierno cuando aprobó la subida.