Pili Carrera sale adelante con una quita del 50 % de la deuda y un fuerte ajuste

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Supera el concurso con 39 despidos y un recorte del 30 % de su estructura productiva

25 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Pili Carrera ha conseguido superar en tiempo récord la mayor crisis sufrida por la empresa en sus 55 años de vida.

La empresa de moda infantil, que se acogió a un concurso voluntario de acreedores en septiembre del 2018, presentó en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra la petición de salida del procedimiento concursal, con un plan pautado hasta el 2026 para liberarse de cargas que garantiza su viabilidad.

La propuesta anticipada de convenio de la empresa, por ahora todavía tutelada por un administrador concursal, ha conseguido la adhesión de más del 60 % de la masa acreedora de 5.123.091,72 euros. La compañía ofrece a sus adeudados dos vías de acuerdo. La primera, garantiza la amortización del 100 % de la deuda en un plazo de 7 años, remunerando con un interés del 0,5 % los créditos de quienes expresamente han elegido este camino.

La alternativa a esta primera opción consiste en aceptar una quita del 50 %, reduciendo la espera a 4 años.

Obligada a encoger

Además de la quita de la mitad de la deuda, la salida a flote de Pili Carrera se basa en un plan de viabilidad que acompaña a la estrategia diseñada por la empresa para sanear sus cuentas, y que pasa por un recorte del 30 % de su estructura productiva y, consecuentemente, también en la salida de prendas al mercado. La empresa piensa compensar económicamente esa menor actividad con la generación de ingresos procedentes de las ventas de stock a través de los canales outlet (rebajas) y on-line. De hecho, varias tiendas de la firma se encuentran ya liquidando género.

Esta estrategia permitirá a la compañía ingresar un 100 % de margen, puesto que, al tratarse de artículos fabricados, los costes de producción ya fueron absorbidos en anteriores ejercicios.

Este ajuste del volumen de producto confeccionado a la demanda prevista se complementará con una adaptación del personal de fábrica y tiendas a la nueva estructura, que se traduce en un total de 39 despidos, pactados esta semana con los representantes sindicales de la empresa (de UGT, CC. OO. y CIG). Son seis bajas menos de las planteadas inicialmente, pero la medida ha sido traumática para una plantilla comprometida con la firma desde hace décadas.

Ahora que la empresa endereza el rumbo, si algo deja claro todo este proceso es que el problema que arrastró a Pili Carrera se produjo como consecuencia de un frenazo del mercado cuando la compañía había completado un fuerte proceso de crecimiento. Dicho de otra forma, lo que ocurrió fue una «no adaptación de la producción a la demanda real». Las cifras de pérdida de mercado hablan por sí mismas. Según la información económica que aporta al juzgado, Pili Carrera pasó de facturar 11 millones de euros en el 2007 a facturar 7 en el 2017.

El lastre de los costes

En este período, los gastos de personal se dispararon. Pasaron de representar el 19,39 % en el 2006 a situarse por encima del 38 % en el 2017. La empresa «no fue capaz de reajustar sus costes de producción» al nuevo escenario, reconoce.

Fundada en 1963 y pilotada por Salomé Rodríguez, cuenta con presencia en 16 países y genera cerca del 40 % de sus ventas en el extranjero. La compañía opera con tiendas propias y a través del canal multimarca, donde comercializa sus colecciones en unos 800 puntos de venta. La empresa finalizó el ejercicio del 2018 con una facturación de casi 7 millones de euros. La firma dijo ayer que se encuentra ultimando su producción y entregando los pedidos de la colección primavera-verano 2019.