Dyson se lleva sus aspiradoras a Singapur

L. Vidal REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CHRISTOPHE ARCHAMBAULT / AFP

El Steve Jobs británico, defensor del «brexit», abandona el Reino Unido y traslada su sede a Asia

24 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Famosa por su línea de aspiradoras y secadores de pelo, la empresa Dyson traslada su sede central a Singapur para «blindar» su futuro. Una medida sorprendente teniendo en cuenta que su fundador, James Dyson, siempre ha sido un ferviente adepto del brexit. Él fue uno de los empresarios que hizo campaña a favor de la salida de la UE justo antes del referendo del 2016, en el que ganó el sí a la separación. En ese momento argumentó que estar fuera del bloque comunitario permitiría a su país realizar «ajustes» que servirían para aprovechar el «crecimiento de las economías asiáticas y del resto del mundo».

Según el consejero delegado de la firma, Jim Rowan, el movimiento no está relacionado con la incertidumbre económica que genera la próxima salida del Reino Unido de la Unión Europea ni con la política impositiva de Singapur (considerado un paraíso fiscal), sino con las «enormes oportunidades de ganancias en Asia», para una compañía que cuenta con cerca de 12.000 trabajadores en plantilla, cinco mil en Reino Unido. Y es que -apunta Rowan- «cada vez más clientes» y «todas las operaciones manufactureras» de Dyson están en ese continente, una tendencia que «ya se viene notando desde hace tiempo».  

El más rico de Reino Unido

El anuncio coincide con la nueva clasificación de Bloomberg (el índice de multimillonarios), que lo sitúa en la primera posición del ránking de personas más ricas del Reino Unido. El empresario, de 71 años, tendría una fortuna valorada en unos 12.150 millones de euros, tras haber sumado unos 3.000 millones durante el último año. Fundada en 1991 y gigante de los electrodomésticos en su país -comercializa aspiradoras y secadores de pelo y manos-, su próximo proyecto es crear su propio coche eléctrico.

Con un presupuesto de 2.300 millones de euros, miles de personas trabajan ya en la sede de Dyson en la pequeña ciudad inglesa de Wiltshire (una antigua base aérea de la II Guerra Mundial) para dar forma a su nuevo sueño. La idea es tener el primero en el año 2020 y poder venderlo a partir del 2021. Aunque no ha dado muchas pistas sobre cómo será, está desarrollando «un nuevo tipo de batería, más segura, más rápida de cargar y capaz de impulsar vehículos por más tiempo». La compañía ha recibido fuertes críticas por el traslado de parte del proceso de fabricación al extranjero.