El crecimiento de esta empresa ha sido exponencial. Especialmente vertiginoso en los últimos años. Coincidiendo con la deslocalización masiva de la confección, la firma gallega mantuvo su taller de costura -que aún conserva para piezas de auténtica orfebrería-, pero se diversificó. «Las prendas que venían de fuera llegaban en cajas y contenedores y vimos la oportunidad de prepararlas mediante el planchado, etiquetado y puesta a punto para su venta en tienda. Con la plancha llegaron otros clientes». Así transcurrieron años, hasta el gran punto de inflexión que supuso para la firma la idea de darle una nueva oportunidad a las piezas de fin de campaña.
«Con ese sobrante de ropa, con millones de prendas que ya no servían, porque o se destruían o se vendían a un saldero al peso, buscamos la manera de darles una segunda vida», explica María Vázquez. Jevaso ofreció entonces a las marcas la posibilidad de recoger, arreglar y reparar. En definitiva, rehabilitar las piezas para devolverlas al mercado. Más de 30 grandes multinacionales (Inditex y Mango, entre ellas) y cientos de clientes más pequeños recurren a esta práctica que le proporciona la auxiliar gallega. Pero incluso firmas de lujo que destruían todo su remanente por cuestión de imagen rehabilitan ahora sus unidades más exclusivas para volver a mostrarlas en tienda. Una opción que también Jevaso proporcionará a la norteamericana Guess, con la que acaba de firmar un contrato para reacondicionar el sobrante de la marca en todo el mundo.