La aeronáutica gallega lanza una aceleradora de empresas para dejar de ser un sector minoritario

M. S. D. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

La alianza entre la Xunta e Indra financiará los 19 proyectos con mayor potencial de crecimiento internacional

23 ene 2019 . Actualizado a las 15:27 h.

La industria aeronáutica se ha inspirado en la automoción para impulsar el desarrollo de empresas que importen innovación y valor a este sector todavía incipiente en Galicia. Y al igual que ocurre en la industria del motor (Business Factory Auto), la aceleradora de empresas aeronáuticas (Business Factory Aero) nace tutelada por la Xunta de Galicia.

La Administración gallega y el grupo Indra firmaron el pasado mes de diciembre un convenio para poner en marcha esta lanzadera, que tendrá un enfoque especial hacia la industria global de los drones. Ahora, las competencias de esta aceleradora se van perfilando y, según explicaron ayer desde el Consorcio Aeronáutico Gallego, esta primera convocatoria se centrará en impulsar pequeñas y medianas empresas, de cualquier lugar del mundo, que quieran trabajar desde Galicia.

En los próximos tres años, la alianza entre la Xunta e Indra financiará los 19 proyectos con mayor -y más rápido- potencial de crecimiento en el mercado internacional. Para ello, la tecnológica llevará a cabo un rastreo internacional, que incluirá la selección y vinculación de las mejores start-ups.

«Estamos en continua búsqueda de talento, a través de la apertura internacional de la convocatoria, con el objetivo de atraer empresas extranjeras que se instalen en Galicia», explicó ayer Javier Barcala, director del Área de Vehículos Aéreos de Indra.

Según Luis Moreno, director general del Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG), la forma de reforzar el ecosistema de innovación en Galicia pasa por la apertura a otros sectores, como ocurre entre la automoción y la aeronáutica. «Disponemos de temáticas comunes, como puede ser la utilización de nuevos materiales con el objetivo de reducir peso en los automóviles aplicadas a las aeronaves, así como la reducción de emisiones», aseguró.

El mejor ejemplo de ello es Delta Vigo, una empresa de automoción que hoy provee a los mayores constructores aeronáuticos. Según su presidente, Francisco Puga, «la Business Factory Aero aportará valor al tejido industrial aeronáutico en Galicia». «El sector aeronáutico y aeroespacial gallego tiene que dejar de ser un sector minoritario y coger más peso. Es importante no entenderlo como algo local, ya que el mercado global demanda soluciones globales», añadió.