Naturgy dulcifica el cierre de la central de Meirama con un plan de 80 millones

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANA GARCIA

Promete un parque eólico y una planta de biogás para compensar el impacto

17 ene 2019 . Actualizado a las 11:28 h.

Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, ha hecho oficial lo que ya era un secreto a voces. A la central térmica de Meirama (Cerceda) le quedan meses de vida, después de que la compañía haya solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica su cierre en el 2020, aunque la fecha definitiva dependerá del Ejecutivo, matizaron fuentes de la compañía.

De esta manera, Galicia se quedará sin una de sus dos plantas de carbón. Seguirá funcionando la de Endesa en As Pontes, en principio hasta el 2045. Naturgy comunicó la decisión este miércoles a los trabajadores. La plantilla directa suma 77 operarios, 40 de los cuales trabajarán primero en el desmantelamiento de la planta de carbón, y luego serán recolocados en otros centros de trabajo, detalló la eléctrica.

Para parar el golpe y endulzar lo que este cierre supondrá para la comarca coruñesa de Cerceda, Naturgy maneja un plan de inversiones por importe de 80 millones de euros para la zona, que ya le ha presentado a la Xunta. El programa de compensación incluye la construcción de un parque eólico y de una central de biogás, combustible que se obtendría a partir de la quema de residuos ganaderos y orgánicos industriales. 

El plan pasa también por el impulso, junto a la Xunta, de una iniciativa para atraer «empresas al emplazamiento de la central». El cierre de Meirama se producirá tras la entrada en vigor de la directiva europea de emisiones, que obligará a reducir los vertidos de dióxido de carbono a la atmósfera a partir de junio del 2020.

Nuevos objetivos de emisiones

Naturgy podría haber optado por efectuar inversiones en la planta para conseguir esos nuevos objetivos de emisiones, como está haciendo Endesa en As Pontes. Pero «estas inversiones hacen inviables económicamente este tipo de instalaciones». Mas cuando la política medioambiental de la Unión Europea camina por la senda renovable y desincentiva las centrales más contaminantes, como las de carbón.

Las eléctricas se han mostrado de lo más obedientes pues de las catorce centrales que hay operativas en España, no habrá abiertas pasado el 2020 más que cinco: las de Endesa en As Pontes (A Coruña) y Litoral (Almería), Los Barrios (Cádiz) de Viesgo, y Aboño y Soto de Ribera, las dos en Asturias y propiedad de EDP España.

Naturgy e Iberdrola no tendrán ninguna. Junto a Meirama, la heredera de Fenosa también ha pedido permiso para cerrar en los próximos meses las de Narcea (Asturias) y La Robla (Castilla y León).

Cambio de opinión

Naturgy lleva años deshojando la margarita sobre si invertiría dinero o no para adaptar la central a los nuevos requerimientos ambientales de la UE. De hecho, en enero del 2015, la compañía decidió acometer las obras y gastar en torno a 100 millones de euros. Pero cambió de opinión, tras constatar que el negocio del carbón tenía poco futuro en Europa.

Conde acusa a la antigua Fenosa de dar la espalda a Galicia con esta decisión

El conselleiro de Industria, Francisco Conde, respondió a la decisión de Naturgy asegurando que la empresa «da la espalda a Galicia» al cerrar la central de Meirama. También responsabilizó de la decisión empresarial al Gobierno central, que «impulsa una transición ecológica que solo nos ha perjudicado». Porque, añadió Conde, está «incrementando el precio de electricidad y diésel».

En opinión del conselleiro, «esta política solo está generando desempleo en Galicia, sin dar respuestas desde el punto de vista energético y poniendo a toda la industria gallega en una situación de inferioridad, provocando una pérdida de competitividad y un futuro de incertidumbres». Conde reprochó que la transición energética «solo se basa en cerrar centrales térmicas».

Plan industrial ya

A Naturgy le echó en cara el conselleiro que eche el cierre cuando, «a decenas de kilómetros», otra empresa energética, Endesa, «sí está haciendo inversiones y adaptando su central de As Pontes» para que funcione hasta el 2045. De ahí que «igual que hay una corresponsabilidad en el cierre, también debe haberla para el desarrollo de un plan industrial» y exhortó a Naturgy a «hacer propuestas concretas a la Xunta» acerca del futuro de los terrenos de la central de Meirama. Conde dijo aguardar propuestas de la compañía con «alternativas que en este momento necesitan los trabajadores».