El coche a gasoil, un mercado a la baja y confuso por temor a las restricciones

m. s. d. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

En Galicia, el cerco a los vehículos diésel se resume en una cifra: una caída de ventas del 21 % en el año

17 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El diésel se enfrenta en este 2019 a su año más complicado. La sobrecarga fiscal y los mensajes negativos sobre el futuro de un combustible que las autoridades europeas fomentaron desde finales de los 90 solo han servido para extender la incertidumbre en el mercado sobre la continuidad de una tecnología que emplea a 40.000 personas en España y de la que, a día de hoy, dependen plantas enteras de producción como es el caso de la de PSA en Vigo, advierte la patronal Anfac.

De momento, la ofensiva contra el diésel empieza a tener su reflejo en las ventas. En enero del 2018, el 41,8 % de los coches matriculados en España funcionaban a gasoil. Al cierre del ejercicio, el porcentaje acumulado ha caído hasta el 35,8 %, según el reciente informe del Instituto de Estudios de Automoción (Ideauto).

En Galicia, el cerco a los vehículos diésel se resume en una cifra: una caída de ventas del 21 % en el año, cuando en el pasado esta ha sido una de las comunidades en las que los coches a gasoil contaban con uno de sus mercados más fieles.

El arranque de este 2019, según avanzan los concesionarios, sigue la misma tendencia a la baja, tanto por la subida de 3,8 céntimos por litro de gasoil que contemplan los Presupuestos Generales del Estado como por las medidas restrictivas que las ciudades empiezan a aplicar ya, antes de que la Ley de Transición Energética (de momento aún en fase de borrador) salga a la luz.

Un ejemplo es Madrid Central, que entró en vigor el pasado 30 de noviembre, cerrando al tráfico de no residentes un amplio espacio del centro de la capital. Aunque las restricciones no hacen mención directa al diésel, con el veto solo vehículos eléctricos y algunos híbridos pueden circular libremente por la ciudad. Esto supone un golpe tanto para los coches de gasolina como para los diésel, pero con diferencia, ya que restricción afecta a los vehículos a gasolina anteriores al año 2000 y a los diésel previos al 2006.

Lo mismo está ocurriendo ya en Barcelona, en donde el acceso de coches ya ha comenzado a limitarse en la llamada Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del centro urbano, para reducir las elevadas emisiones de CO2.