Euskaltel: guerra de accionistas en plena metamorfosis de la teleco

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

LUIS TEJIDO

La vasca responde a Zegona con un plan de negocio que eleva el beneficio bruto un 30% y la facturación a 800 millones

18 ene 2019 . Actualizado a las 18:28 h.

El 2018 cerró con el anuncio de que el 2019 traería importantes movimientos entre los operadores de telecomunicaciones con mayor implantación en el país. El ajetreo que durante los últimos meses se está produciendo en la operadora de telecomunicaciones vasca Euskaltel es una buena muestra de ello. Sobre todo, por el pulso que mantienen los principales accionistas en el seno del consejo de administración. Una guerra que bien podría acabar derivando en un futuro distinto al que dibuja el plan de expansión y de negocio aprobado por el máximo órgano de gobierno de la cablera del norte, dueña de R.

Así, y menos de 24 horas después de que el fondo de inversión británico Zegona anunciase una ampliación de capital por valor de 112 millones de euros con los que financiar la compra en el mercado de otro 12,5 % de la cablera vasca que eleve su participación hasta el 27,5 % y lo convierta en el principal accionista, el director general de Euskaltel, Francisco Arteche, adelantaba en Madrid los pilares estratégicos del grupo para los próximos tres años.

Aumentar facturación hasta los 800 millones de euros, elevar un 30 % el beneficio bruto, incrementar el dividendo para los accionistas a un ritmo de doble dígitos hasta el 2022, un crecimiento sustancial de los ingresos y un plan de transformación y simplificación para optimizar la compañía, que le reportará al grupo un ahorro de costes de entre 40 y 45 millones de euros sustentan la base de una transformación que afectará sobre todo a las áreas de tecnología, provisión, finanzas y márketing.

Según Arteche «con estos procesos, el grupo Euskaltel quedará integrado en una sola compañía aunque contará con marcas locales y mantendrá su compromiso con el País Vasco, Galicia y Asturias». Una afirmación que levantó cierta polvoreda en el mercado, y a la que la compañía quiso restar importancia asegurando que no implica un cambio en la actual estructura del grupo, con la gallega R y la asturiana Telecable, con sus respectivas sedes sociales y fiscales, independiente y divisiones de negocio también autónomas.

Sea como fuere, Euskaltel acaba de nombrar a Charo Lacal como directora de Operaciones y Transformación. Se encargará de emprender todos cambios en el seno del grupo.

Lo que sí advierten abiertamente ciertos sectores de la compañía es la incertidumbre, preocupación y desestabilización en los mercados que genera la batalla emprendida por el fondo británico Zegona con el resto del consejo. Su actitud se considera como una deslealtad. No se entiende por qué respaldó, el pasado otoño, el plan de negocio y expansión de la operadora para los próximos años y, para sorpresa de todos, sale ahora al mercado para lograr una mayor influencia en la toma de decisiones . Este inversor especializado en telecomunicaciones -que ya se la jugó a Euskaltel al hacerse con el 100 % de Telecable y obligarla a pactar para entrar en la asturiana a costa de ocupar un sillón en el consejo vasco- no oculta ya que quiere el control de Euskaltel. Ya lo intentó con una opa fallida hace un mes. Y ahora vuelve a la carga con una ampliación de capital para financiar la compra de acciones de la vasca.