Los ricos aportan 1.000 millones a las arcas públicas con el impuesto de patrimonio
ECONOMÍA
Las grandes fortunas aportaron 1.055 millones de euros a las arcas públicas en el 2017 -conforme a los últimos datos disponibles- a través del impuesto de patrimonio, un 1,7% más que el año anterior. En total, 201.000 declarantes en toda España, un 1,1% más que en el 2016, según cifras de la Agencia Tributaria.
Pero, ¿quién paga este impuesto? Los contribuyentes que, una vez realizadas las deducciones, tienen un patrimonio superior a los 700.000 euros sin contar la vivienda habitual (hasta 300.000 euros). Se declara al mismo tiempo que la renta y lo que se debe pagar depende de la comunidad en la que resida, ya que algunas como Madrid lo tienen bonificado al 100 %. Para este 2019 Hacienda activó en los últimos días del año la prórroga del impuesto, con el fin de evitar que desapareciera; de hecho, ya se ha planteado una subida del 1 % para este año.
Así lo incluye el proyecto de Presupuestos para el 2019 en su batería de medidas tributarias, que el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes. Lo que implica la medida referente a patrimonio es que las comunidades autónomas podrán subir un 1 % la tasa a las rentas superiores a 10 millones de euros, con lo que se prevé un aumento de la recaudación de 339 millones.
La AIReF, menos optimista
Los cálculos de la AIReF no son tan positivos. El organismo cifra de 0 a 8 millones el incremento que supondrá esta medida, porque solo afectaría a las cuatro comunidades que no tienen regulada su propia tarifa ni bonificada la cuota.
Además, el Ejecutivo de Pedro Sánchez también prevé en sus cuentas públicas una subida de dos puntos en el IRPF para las rentas superiores a 130.000 euros y otros cuatro puntos más para las que sobrepasen el listón de los 300.000. Asimismo, se aumentará también en cuatro puntos para las rentas del ahorro superiores a 140.000 euros. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sostiene que esta medida solo afectará al 0,5 % de los contribuyentes, pero supone un aumento de la recaudación en IRPF de casi el 5 %, es decir, 328 millones de euros.