Los salarios de los jefes suben, los de los empleados se estancan

G. Lemos REDACCIÓN

ECONOMÍA

MARCOS CREO

La retribución de directivos y mandos intermedios creció el año pasado un 2,5 %, por encima de la inflación, mientras que la de los asalariados se mantienen casi congelados

10 ene 2019 . Actualizado a las 19:07 h.

La recuperación no llega a todos los bolsillos por igual. Mientras que las nóminas de los directivos y los mandos intermedios crecen ya con brío, por encima de la inflación, las de los asalariados siguen congeladas, perdiendo poder adquisitivo, pese a que la economía española ya encadena cinco ejercicios consecutivos de fuerte crecimiento económico. Es la conclusión del informe sobre evolución salarial elaborado por el grupo ICSA Grupo, con la colaboración de la escuela de negocios EADA, tras analizar más de 80.000 datos retributivos el año pasado.

Del estudio se desprende que el sueldo medio de los directivos en España creció el año pasado un 2,5 %, hasta los 81.059 euros al año, mientras que el de los jefes intermedios aumentó algo más, un 2,65 % y se sitúa en por encima de los 41.500 euros. Mucho más modesta, por no decir pírrica, es la subida aplicada a los asalariados de base, cuyas nóminas apenas engordaron un 0,11 % o, lo que es lo mismo, 26 euros al año (hasta un total de 22.819). Una cifra que no cubre, ni de lejos, el incremento de los precios, que se situó, de media, por encima del 1 %, lo que se traduce en una nueva pérdida de poder adquisitivo.

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De hecho, de la evolución de los salarios desde el 2007 que recoge el informe se desprende que los de los empleados son los únicos salarios que en los últimos once años han crecido menos que la inflación (un acumulado del 16,5 %, frente al 16,8 % de los precios). En contraste, los sueldos de los directivos subieron un 18 % y los de los mandos intermedios, un 19,2 %.

Las grandes empresas pagan mejor

El estudio concluye también que el tamaño de la empresa para la que se trabaje determina también el de la nómina: cuanto mayor sea la primera, mayor es la segunda, con diferencias que pueden llegar al 56 % dentro de la misma categoría profesional.

Otro factor determinante es la comunidad en la que preste servicio el trabajador. En Galicia, por ejemplo, un empleado medio cobra 20.802 euros al año, un 9 % menos que el promedio estatal y un 20 % menos que los navarros, que son los que más cobran. Menos diferencias sufren los mandos intermedios y los directivos, que en la comunidad cobran un 6 menos que la media estatal y un 11 % menos que sus homólogos madrileños, que por el efecto sede (es donde tienen sus cuarteles centrales la mayoría de las grandes corporaciones presentes en el mercado nacional) son los mejor pagados del país.

En la presentación del informe, Ernest Poveda, presidente de ICSA, mostró su preocupación por que «un crecimiento continuado durante cuatro años no consiga mejorar las retribuciones y aún estemos por encima de los tres millones de parados». A su juicio, una alternativa, que «sería más razonable y sostenible» pasaría por «indexar las actualizaciones retributivas a los resultados de las empresas, cambiando los modelos de cálculo tradicionales por otros más enfocados, por ejemplo, a productividad y consecución de objetivos». «Se pueden pedir sacrificios a los trabajadores cuando las cosas van mal, pero cuando van bien se debe trasladar la riqueza», abundó Jordi Costa, profesor de Eada Business School, quien señaló que un mejor reparto de la riqueza generada podría haber incluso aumentado las tasas de crecimiento de la economía española.