La creación de empresas se ralentiza en Galicia por segundo año consecutivo

Rubén Santamarta Vicente
r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Un polígono de naves empresariales en Carballo
Un polígono de naves empresariales en Carballo ANA GARCIA

Solo crecen los negocios vinculados al juego, la construcción y la informática

07 ene 2019 . Actualizado a las 12:20 h.

Galicia es un país de micropymes. De bares y de tiendas. Pero en el último año un poco más de empresas de construcción, de pequeñas consultoras de informática y ahora también de juegos de azar. Tres actividades (hostelería, comercio y construcción) suponen prácticamente el 50 % de todos los nuevos negocios que se pusieron en marcha el año pasado en la comunidad, según los datos que acaba de hacer públicos el Instituto Galego de Estatística (IGE) para todo el 2018. Un ejercicio con sombras en el tejido empresarial, porque se resiente la constitución de sociedades. Esto guarda relación con los datos de empleo del pasado año, cuando se crearon menos puestos que en el 2017.

Es el segundo curso consecutivo en el que se nota ese ralentización en el tejido empresarial, con la creación de poco más de 4.000 nuevas compañías, con datos tomados del Registro Mercantil. Es un 2% menos -un centenar de compañías-, que en el 2017, cuando ya se produjo un bajón en la estadística.

Y con menos capital

Nacen menos, y además con menos fondos detrás: 67.000 euros de media en su nacimiento, frente a los 76.000 de un año antes.

En el lado contrario, la desaparición de empresas, que sigue estable en los tres últimos años, alrededor de las 1.400. Han quedado atrás los tiempos en los que se llegaban a rozar los 2.000 casos y por cada dos que se creaban, una echaba el cierre. Desde que se dejó atrás la recesión, la relación es más favorable: tres a uno.

Ahora bien, ¿qué negocios se están implantando en Galicia? Pues básicamente los citados al inicio: bares, restaurantes, pequeños comercios, consultoras, talleres... Pero aunque son los sectores mayoritarios, son también los que han contribuido a que caiga la creación de empresas. Se pusieron en marcha durante este último curso unos 1.200 negocios de comercio y hostelería, pero suponen un 10 % menos que en el 2017. Algo parecido ha sucedido con los talleres mecánicos, con un descenso del 20 % de aperturas. Ojo, no quiere decir que haya menos bares o tiendas, sino que se abren menos que antes.

Entre las principales ramas de actividad, solo hay cuatro que registran un repunte en este ejercicio: la construcción, el asesoramiento económico, la informática y, sobre todo, el juego. Esto último ha dado un salto espectacular en el último año por el tirón de las apuestas deportivas, hasta registrarse casi un centenar de nuevas empresas. En el 2017 se contabilizaron apenas 14. El crecimiento es de un 500 % en solo un curso. No hay un caso igual en todo el tejido empresarial gallego.

Relevante también es lo que está sucediendo con el ladrillo, tras estallar la burbuja inmobiliaria hace algo más de un lustro. En el último año se implantaron casi medio millar de empresas vinculadas al sector inmobiliario -venta y promoción- o la construcción, con crecimientos entre el 10 y el 28 % en algunas de estas actividades. También hay más negocios vinculados a la educación -en parte, por la reactivación de las oposiciones en el sector público-, al asesoramiento financiero y al negocio maderero.

En 60 municipios no se creó una sola firma en los últimos doce meses

El movimiento empresarial, como el demográfico, sigue caminos muy diferentes en Galicia cuando se baja hasta el nivel municipal. Y es que la mitad de las 4.000 sociedades constituidas el pasado curso se concentraron en solo una decena de municipios, fácilmente identificables: las siete ciudades, Vilagarcía, Oleiros y Ames. Y en sesenta de los 313 concellos no hubo movimiento empresarial. Un páramo que no ayuda a la creación de empleo y, consecuentemente, tampoco a fijar población.

En todo caso, solo en tres de esos diez concellos tractores (Vigo, A Coruña y Lugo) el movimiento de un año a otro es positivo, hay más tejido. Mientras, en ayuntamientos medianos como Gondomar, Cangas, O Barco, Sillada o Burela el movimiento en un solo ejercicio fue más que notable, duplicando el número de sociedades creadas.