Los autónomos reivindican una nueva reforma legal para poder deducir gastos

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Buscan seguridad jurídica ante las trabas actuales para desgravar los menús y los consumos del trabajo desde casa

17 dic 2018 . Actualizado a las 18:18 h.

Es ahora o nunca. Después de obligar al Gobierno a ceder en la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social (se ha quedado en 5 euros al mes, frente a los 45 previstos en la propuesta inicial), los autónomos saben que es el momento de pelear por más objetivos, y el inmediato ahora es la mejora de la fiscalidad de los gastos de manutención y los derivados de su actividad laboral en el hogar.

Se suponía que era un logro ya alcanzado hace un año, cuando el PP y Ciudadanos acordaron sacar adelante la Ley de Medidas Urgentes de Apoyo al Trabajo Autónomo. Pero no. La realidad ha demostrado que se trata de una legislación farragosa y llena de trabas para que los trabajadores por cuenta propia puedan demostrar ante Hacienda las deducciones fiscales a las que tienen derecho.

«Queremos dar seguridad jurídica a los autónomos y mejorar el sistema de deducciones, que no está funcionando», explica Eduardo Abad, secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). La organización asegura contar con todos los apoyos parlamentarios necesarios para modificar los requisitos de las deducciones a través de la introducción de enmiendas a la Ley de Seguros y Reaseguros que se está tramitando. «La intención es que, como muy tarde, en enero del 2019 de introduzcan las modificaciones», afirma Abad.

A vueltas con el 30 %

En teoría, con la ley en vigor, los emprendedores que realicen parte de la actividad económica en su domicilio pueden deducirse hasta el 30 % de sus pagos de suministros de la vivienda (agua, gas, electricidad, telefonía e Internet). «Tales gastos serán deducibles en el porcentaje que resulte de aplicar el 30 % a la proporción existente entre los metros cuadrados de la vivienda destinados a la actividad respecto a su superficie total, salvo que se pruebe un porcentaje superior o inferior», dice la legislación. Lo que ocurre en realidad es que el porcentaje deducible para una vivienda de unos 90 metros cuadrados de media no pasa del 9 %.

La enmienda lo que hace es elevar el porcentaje final de desgravación hasta el 30 %, sobre el total de la superficie de la vivienda, no solo sobre los metros destinados al trabajo. 

Justificar dietas

El otro problema a solucionar es el de los gastos de manutención. La ley en vigor permite deducirse como dieta un máximo de 26,67 euros diarios (48 euros en el extranjero), lo que en teoría está muy bien, pero en la práctica es difícil de hacer.

Las organizaciones llevan tiempo denunciando que, con la «fragilidad» que hay en la redacción de la ley, los autónomos no se pueden deducir los gastos de manutención en comidas y eventos de trabajo, puesto que resulta muy complicado que puedan demostrar que se trata de un gasto necesario en su negocio.

La forma de hacerlo sería permitir las deducciones que reconoce la ley, sin que el trabajador tenga que demostrar fehacientemente que se encontraba trabajando y simplemente tenga que aportar la factura. Y eso es lo que contempla la enmienda, que prevé que los gastos del menú sean deducibles siempre que se registren en días laborables, y de forma telemática, o a modo de bonos de comida.

«Todos los grupos políticos coinciden en que son dos asuntos a resolver, por lo que pido que se pongan de acuerdo en algo que teníamos que haber empezado a disfrutar en el año 2018», asegura el secretario general de UPTA. 

Inspección prepara una batería de multas para empresas que trasvasen empleados del régimen general al RETA

Los ministerios de Trabajo y Hacienda aseguran que la subida prevista del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros mensuales en el 2019 no repercutirá más en la cotización de los autónomos de lo que ya está acordado (la subida de 5 euros al mes a partir del 1 de enero).

Las bases mínimas de cotización de los autónomos se incrementan lo mismo que las del régimen general (que se fija en función del SMI), y si el coste de un autoempleado va a ser más bajo, es probable que esta situación genere un escenario favorable a la proliferación de más falsos autónomos.

Evitar los trasvases de trabajadores del Régimen General de la Seguridad Social al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) es el reto en el que trabaja ahora el Gobierno con el objetivo de evitar esta «picaresca fiscal». 

Multas de hasta 10 millones

Según el actual Gobierno, la anterior Administración toleró que algunos trabajadores estuvieran toda la vida «mal encuadrados» y a partir de ahora la Inspección de Trabajo tiene previsto empezar a levantar actas, por las que se pedirán a las empresas hasta cuatro años de cotización atrasadas, lo que supone una petición que puede llegar a traducirse en sanciones económicas equivalentes de entre 7 y 10 millones de euros.

Trabajo cree que el hecho de que los trabajadores autónomos tengan una base de cotización por debajo de la base general del sistema «puede generar incentivos» para que los empresarios con trabajadores, que ahora están en el régimen general, pasen a buscar «una forma de reducir cotizaciones encuadrándolos en el RETA». 

Protocolo de vigilancia

«Esta Administración no va a permitir que se produzca un trasvase del régimen general al RETA», ha dejado claro esta semana el secretario general de la Seguridad Social, Octavio Granado, que también ha apuntado que, de momento, la Tesorería General de la Seguridad Social ya tiene mandato para desarrollar un protocolo de vigilancia. «Tenemos que iniciar un proceso muy claro para evitar que se produzcan esas anomalías», añadió.

En este sentido, el secretario general de CC. OO., Unai Sordo, advirtió de que si sube el SMI, pero a la vez se reduce la cotización media de los autónomos, ese diferencial lo van a utilizar las empresas que externalizan actividad a través de las falsas utilizaciones del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.