Gasolineras automáticas, ¿sí o no?

La Voz

ECONOMÍA

CESAR TOIMIL

¿Son seguras las estaciones fantasma? ¿Realmente sale a cuenta desprenderse del personal para ajustar los precios? Tres expertos responden

23 feb 2019 . Actualizado a las 20:14 h.

El autoservicio en el sector de las gasolineras está cada vez más extendido y continúa generando preocupación entre los empresarios y los propios consumidores. ¿Existe una regulación clara al respecto? Aún no. Y eso abre el debate sobre la seguridad de los usuarios. La circular de buenas prácticas para la apertura de estaciones de servicios, aprobada hace unas semanas por el Consello de la Xunta, ha roto las barreras para la instalación de gasolineras automáticas, denominadas fantasma por sus opositores. 

Las estaciones están desatendidas para todos los efectos. Con la excusa de que la disminución de los gastos de personal impacta positivamente en el precio final del los carburantes, es el propio cliente el que se sirve y el que realiza el pago. Muchos empresarios aseguran que esta nueva fórmula les permite mejorar las ventas pero, ¿realmente sale a cuenta desprenderse del personal para ajustar los precios? ¿Es seguro hacerlo? Tres expertos responden a estas y otras interrogantes.

«El combustible es un producto peligroso, por lo que debe existir una regulación que especifique las condiciones para distribuido. La obligación de la presencia de una persona responsable en las gasolineras se impone por razones de seguridad», asegura Benigno Redondo, presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio. 

En opinión de Manuel Jiménez Perona, presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicios Automáticas, las gasolineras de autoservicio crean empleo directa e indirectamente «haciendo posible que las instalaciones estén en perfectas condiciones para los clientes y que funcionen correctamente». Añade que el ahorro en costes «es un perjuicio del oligopolio, que hasta la fecha ha venido disfrutando de unos márgenes superiores a los de la media europea».

Por su parte Juan Ares, periodista especializado en información del motor, hace hincapié en las «conductas peligrosas» de los consumidores, como la de «repostar con las luces encendidas, fumando o con conductores que tienen la manguera en una mano y el móvil en la otra».