Pili Carrera solicita permiso al juez para despedir a casi la mitad de la plantilla

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

El expediente de extinción afecta a 45 de los 98 empleos, la mayoría en la fábrica

10 dic 2018 . Actualizado a las 09:27 h.

Pili Carrera tiene encauzada la salida del concurso de acreedores, pero el camino será doloroso. Su plan de viabilidad ya apuntaba la necesidad de acometer ajustes en la estructura de la empresa, para reducir su producción un 30 %, algo que obligaría a una «adaptación del personal de fábrica y tiendas».

Pero esa «adaptación», necesaria para que la firma de moda infantil sea viable, finalmente requerirá despidos. La empresa así lo prevé en un documento presentado ayer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra, en el que hace oficial una solicitud de extinción colectiva de contratos de trabajo.

El expediente de despido afecta a 45 empleos, del total de 98 que componen la plantilla en estos momentos. El mayor ajuste está previsto en la actividad de fabricación, que se lleva a cabo en las instalaciones de la firma en Mos (Pontevedra), en donde se suprimirán 34 puestos de trabajo. En la zona de almacenes se prescinde de tres empleos, a los que hay que sumar otros dos en administración, uno en mantenimiento, tres en el departamento comercial y dos más en tiendas (sin especificar).

Indemnizaciones

La indemnización prevista para los afectados será de 20 días por año trabajado. La empresa ha calculado un coste de 648.000 euros, a una media de 14.400 por despido. El expediente será efectivo una vez que termine la actual campaña otoño-invierno, con fecha prevista el 28 de febrero del 2019.

La solicitud de despido colectivo presentada al juez se apoya no solo en una masa pasiva de 5.123.091,72 euros que desencadenó el concurso de acreedores, sino en las pérdidas que arrojan las cuentas de la compañía en los últimos ejercicios, y el peso desproporcionado que tiene en esas cuentas el gasto de personal.

«La situación de pérdidas e insolvencia que alegamos como causa de este expediente de extinción también impone la necesidad de reducción de los costes laborales», explica Pili Carrera al juzgado.

A este estado de insolvencia se suma, según explica la firma, un balance de ventas desfavorable del 2018, inferior al de los dos últimos ejercicios, pues no llega a los 7 millones de euros

Según los cálculos de la empresa, una vez ejecutados los 45 despidos, el ahorro de coste salarial alcanzaría los 876.609 euros en el 2020.

El expediente de extinción de empleo tiene fecha de ejecución en febrero del 2019

La textil gallega, especializada en moda infantil y presente en el mercado desde hace 55 años, se acogió al concurso voluntario de acreedores en septiembre de este año, después de que la presión sindical obligara a la dirección de la empresa que encabeza Salomé Carrera a retirar un expediente de regulación de empleo presentado en el mes de marzo, para la totalidad de la plantilla, que entonces superaba la cifra de los 98 actuales.

El pasado mes de noviembre, el informe del administrador concursal valoró positivamente la estrategia diseñada por la firma para salir del concurso, con el dictamen favorable sobre los planes de viabilidad y pagos incluidos en la propuesta anticipada de convenio de acreedores.

«La empresa se encuentra en funcionamiento y cuenta con los recursos necesarios para el desarrollo de su actividad. Al día de la fecha [12 de noviembre del 2018], atiende con normalidad el cumplimento de sus obligaciones», afirma el administrador en el informe en el que deja claro que no hay otro camino alternativo al de los ajustes: «La continuidad de la compañía conforme al plan de viabilidad y al plan de pagos dependerá, principalmente, de que se acometa la reestructuración necesaria».

Pili Carrera tiene presencia en 16 países y genera casi el 40 % de su negocio en ventas en el extranjero. La compañía opera con tiendas propias y en el canal multimarca, en donde suma unos 800 puntos de venta.