El Gobierno destinará 2.000 millones a reducir en diez puntos el paro juvenil

L. P. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

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Ha sido aprobado el Plan de Choque por el Empleo Joven que incluye 50 medidas

06 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jóvenes han sido uno de los colectivos más perjudicados por la crisis y, pese a que la tasa de paro ha caído en más de 20 puntos desde el máximo alcanzado en el 2013 (57 %), la precariedad y los bajos salarios son la tónica general en el colectivo. Por eso, tras el Plan Director por un Trabajo Digno puesto en marcha el pasado verano, el segundo gran proyecto del Gobierno es el Plan de Choque por el Empleo Joven, que, después de haberse modificado en más de veinte ocasiones, fue aprobado ayer en la Mesa del Diálogo Social donde están representados el Ejecutivo, los sindicatos y la patronal, y que será aprobado mañana por el Consejo de Ministros.

A este plan se va a destinar una partida de 2.000 millones en los próximos tres años, más de la mitad para políticas de formación. El principal objetivo es reducir el alto nivel de desempleo juvenil (que aún supera el 33 %, más del doble de la media europea) en diez puntos. Para ello, se pondrán en marcha 50 medidas que se articulan en seis ejes: orientación, formación, oportunidades de empleo, igualdad de oportunidades en el acceso a un puesto, emprendimiento y, por último, mejora del marco institucional.

Pero el reto no es solo encontrar empleo para 168.000 jóvenes que están en paro, sino además incrementar cada año un 15 % el número de contrataciones indefinidas, de forma que al cabo de los tres años se alcancen los 2,9 millones de contratos fijos. Para tratar de lograr estos objetivos, la primera medida que contempla el plan es contratar a 3.000 orientadores «debidamente formados».

Un estatuto del becario

Otra de las medidas estrella que contempla el plan es la elaboración de un estatuto del becario para regular los derechos de los trabajadores en prácticas y evitar la utilización de la figura del falso becario, para lo que se intensificará la vigilancia de la Inspección de Trabajo. También se incluye un programa para el retorno de los jóvenes que se vieron obligados a emigrar con la crisis al no encontrar una oportunidad laboral en España y se prevé reformar el programa europeo de garantía juvenil, cuya eficacia ha sido cuestionable