Alcoa negocia con guardaespaldas

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

Los enviados de la multinacional se rodean de seguridad privada para pactar los despidos con los sindicatos

05 dic 2018 . Actualizado a las 18:36 h.

«Non fumos a amenazar a ninguén», aclara Juan Carlos López Corbacho. El presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña se sorprende así de la presencia de guardaespaldas en el acceso a la primera reunión con la compañía para pactar los casi 700 despidos de las fábricas de A Coruña y de Avilés, que se celebró el martes en la sede de la filial española de la multinacional en Madrid. El grupo envió al encuentro a entre 15 y 16 representantes, entre los que estaban los altos mandos en España y en las plantas, responsables de recursos humanos a nivel europeo y abogados, muchos abogados. Frente a ellos, 13 sindicalistas (siete de A Coruña y seis de Avilés). A la entrada de la sala de reuniones, guardas de paisano. «A actitude da empresa é dunha prepotencia asombrosa», lamenta Corbacho.

El encuentro sirvió para que la empresa expusiera sus argumentos técnicos para el cierre de las fábricas, mientras que los representantes de los trabajadores volvieron a pedirle que retirara el expediente a la espera de que aparezcan inversores interesados en adquirir las instalaciones.

Mientras, esta mañana se celebró también en Madrid, pero en la sede del Ministerio de Industria, la primera reunión en la que acepta participar Alcoa fuera de la mesa negociadora del ERE. Además de representantes de ese departamento dirigido por Reyes Maroto estaban también enviados estatales de los sindicatos CC.OO. y UGT. Fuentes del ministerio declinaron ofrecer información sobre lo que allí se habló, lo mismo que Alcoa, que tildó el encuentro de confidencial. 

José Manuel de la Uz, presidente del comité de Avilés, no acudió a la reunión, pero explicó que en ella, los representantes de Industria pidieron tiempo para analizar propuestas de posibles inversores. Los de Alcoa, que no estuvieran presentes los sindicatos, extremo que lamentó De la Uz.

El presidente del comité avilesino celebró, en todo caso, que se abra este canal de comunicación entre la multinacional y el Gobierno para buscar alternativas al cierre de las fábricas.