La gasolina y los coches viejos disparan las emisiones del automóvil en Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

El desplome del diésel eleva el CO2 de la automoción a niveles de hace diez años

30 nov 2018 . Actualizado a las 10:45 h.

Las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de los coches nuevos comercializados en Galicia vuelven a estar por las nubes. No subían desde hace más de diez años, pero el vuelco que ha experimentado el mercado en los últimos meses se traduce ya en un incremento de los malos humos lanzados al aire por los coches gallegos. Al cierre de octubre estaban en 123 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, 5 más que un año antes.

¿Cómo es posible? El sector dice que hay dos causas claras: la bajada en ventas de los automóviles con motor diésel en favor de los modelos de gasolina y el envejecimiento del parque móvil gallego, que supera los 12 años de media.

Este ensuciamiento de la atmósfera gallega se constata en pleno debate sobre el final del motor de combustión. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reiteró ayer que el Gobierno mantiene la fecha del 2040 para prohibir la venta y matriculación tanto de coches a gasolina como a gasoil, y también híbridos.

La gasolina contamina más

La medida afecta a todos los combustibles fósiles, porque todos contaminan, y la gasolina incluso más. Los datos lo confirman. En lo que va de año (enero-octubre) los gallegos han matriculado 44.513 vehículos nuevos. De ellos, más de la mitad (22.426 unidades) con motor de gasolina, con una emisión media de 121 gramos de CO2 por kilómetro, frente a los 119 gramos que han expulsado los 22.086 matriculados diésel. El dato en solitario de octubre (los referidos 123 gramos de CO2 por kilómetro) confirman un incremento de las emisiones, que provoca justamente el efecto contrario que persigue el Ejecutivo con la anunciada prohibición de vender estos vehículos.

El diésel ha recibido, en los últimos meses, numerosos golpes que amenazan la continuidad de los coches que se mueven con ese carburante. Las medidas fiscales para encarecer su consumo, y las restricciones de circulación ya en las grandes ciudades españolas (Madrid o Barcelona), han hecho que los consumidores gallegos, tradicionalmente fieles al diésel, prefieran un gasolina.

Parque móvil envejecido

Como efecto de ese desplome, según los datos de la patronal de concesionarios (Faconauto) remitidos al Gobierno, el trasvase masivo de los compradores hacia la gasolina, y no justamente hacia el vehículo eléctrico, unido al envejecimiento del parque automovilístico, está disparando la contaminación, que es la principal razón que aduce el Ejecutivo para acabar con estos coches.

Fuentes del sector consultadas explican que los concesionarios han alertado al Ministerio de Transición Ecológica de esta situación. Según sus cálculos, la media de emisiones de CO2 ha aumentado casi un 2 % respecto a la cifra del mismo período del año pasado, porque los malos humos de un coche a gasolina son superiores a los que expulsa un vehículo diésel.

Añaden que el auge de los todocamino también está siendo determinante en este incremento de las emisiones, ya que, por su naturaleza (mayor peso y motores más potentes), contaminan más que otros.

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