Un equipo ferrolano, listo para actuar en Noruega tras la colisión de una fragata

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

MARIT HOMMEDAL | EFE

La Armada nórdica trata de mantener a flote la Helge Ingstad, fabricada en Navantia Ferrol, que chocó contra un petrolero

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol amaneció ayer sobresaltado con un accidente marítimo que se produjo a 2.000 kilómetros de su costa.La colisión entre la fragata Helge Ingstad con el petrolero Sole TS en aguas nórdicas disparó la expectación en la urbe naval, que sigue manteniendo un vínculo estrecho con el país. El buque es el cuarto de la serie de cinco que fabricó Navantia en su astillero ferrolano en la primera década de este siglo. De hecho, Navantia cuenta desde el 2012 con un contrato de mantenimiento y de apoyo al ciclo de vida de los barcos que ha ido renovándose y que, al menos, se mantendrá en vigor hasta el 2022.

En Bergen, Navantia tiene una oficina que centraliza el trabajo que periódicamente se hace en el país, al que acuden trabajadores altamente especializados del astillero ferrolano para atender los requerimientos que le hace la Marina nórdica con respecto a sus buques. El número de empleados varía, dependiendo de la envergadura de la obra. El pasado octubre se desplazaron hasta el país un total de 25 trabajadores, que permanecieron allí durante todo el mes para realizar una encomienda en la primera unidad de la clase, pero el pasado año, por ejemplo, el grupo ascendió en algún momento hasta las 75 personas.

Lograr la estabilidad

Actualmente, en Noruega se encuentra un equipo de diez trabajadores de Navantia Ferrol a disposición de la Armada nórdica para todo lo que pueda necesitar. Fuentes oficiales de la empresa pública confirmaron que se habían puesto a disposición de la Defensa del país y que, si fuese necesario, Navantia podría incrementar la presencia de personal para participar en las tareas que le fueran demandadas. No obstante, las autoridades centran sus esfuerzos ahora en lograr la estabilidad del buque. La Helge Ingstad presenta graves daños, entre ellos un gran agujero en su casco, por lo que los remolcadores forzaron su varada en la costa. El accidente se produjo a las cuatro de la mañana, en las inmediaciones de una terminal portuaria en las proximidades de Bergen, también cercana a la base de Haakonsvern, en donde recalan las fragatas de la clase Fridtjof Nansen. La colisión tuvo lugar por causas que aún se desconocen, pero la fragata acababa de culminar su participación en los ejercicios Trident Juncture en aguas de Noruega, junto a una treintena de Armadas, entre ellas la española, representada por la fragata F-105 Cristóbal Colon y el buque de aprovisionamiento en combate Cantabria.

En el accidente ocho personas resultaron heridas, dos de las cuales tuvieron que ser hospitalizadas. No hubo que lamentar víctimas mortales.

El buque presenta serios daños tras el choque, entre ellos un gran agujero en su casco La policía y una comisión especial investigan ya las causas del suceso, en el que no solo la fragata, de 134 metros de eslora (largo) y 16,8 de manga (ancho) resultó dañada, sino también el helicóptero que portaba. Pese a la espectacularidad de la colisión, el petrolero, de 250 metros de eslora y 44 de manga, no registró daños. Algunas fuentes apuntan a que la cuarta fragata -en la que Navantia superó el reto de incluir el sistema de combate Aegis pese a ser un buque de tamaño menor al de los que hasta entonces lo portaban- navegaba en modo oculto, lo que puede explicar que no fuera percibida por el petrolero. No obstante, aún faltan varios días para que se conozcan las circunstancias de la colisión.