Los sueldos altos cotizarán más

Edurne Martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Javier Lizón | Efe

El Gobierno subirá las bases máximas al menos un 10 % para recaudar mil millones adicionales

26 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La previsión de ingresos que ha estimado el Gobierno en el proyecto presupuestario remitido a Bruselas es «factible». Eso sí, siempre que en ese apartado se contabilicen las medidas adicionales anunciadas por Hacienda a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) con posterioridad a la elaboración del documento. Una de ellas es la subida de las bases máximas de cotización a la Seguridad Social, que se incrementarán entre un 10 y un 12 % el año que viene, lo que supondría un aumento de la recaudación de entre 1.000 y 1.200 millones de euros, según aseguró ayer durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso el presidente de la AIReF, José Luis Escrivá.

En la actualidad, la base máxima de cotización para un asalariado está situada en 3.803,7 euros brutos al mes (la mínima es de 858,6), por lo que una subida del 10 % elevaría la base máxima en 380,3 euros, hasta el entorno de 4.184 euros, mientras que si se eleva un 12 %, supondría 456,4 euros más, hasta los 4.260.

Por tanto, el incremento de ingresos que había calculado el Gobierno, de 7.178 millones, es similar a lo que prevé la AIReF una vez sumada esta medida. Según sus estimaciones, el alza estaría en una horquilla de entre 6.078 y 7.698 millones. «Nos han comunicado medidas posteriores al plan presupuestario», argumentó Escrivá, que además explicó que las cotizaciones «pasarían a crecer un 6,7 % en el 2019».

En realidad, el Gobierno ya había recogido en el plan remitido a Bruselas un ingreso extra por el aumento de las bases máximas, aunque lo limitaba a 780 millones y sin concretar cuánto se subiría el listón de cotización.

Escrivá explicó que creen viable la recaudación prevista en el impuesto de sociedades de más de 1.700 millones de euros, así como la fiscalidad verde (670 millones). Por el contrario, estiman una menor recaudación por el aumento del IRPF a las rentas más altas. En concreto, sus cálculos se quedan en 250 millones, frente a los 328 que prevé Hacienda.

Con todo ello, la Autoridad Fiscal calcula que el déficit se desvíe solo una décima, hasta el 2,8 %, de lo comprometido por el Gobierno socialista con Bruselas y ve «factible» cumplir el 1,8 % el año que viene.

En cambio, por el lado de los gastos, la AIReF considera que el desembolso será 300 millones superior a lo previsto por el Gobierno, hasta los 2.886 millones. Este aumento se debe al impacto que puede tener la supresión del copago en los grupos más vulnerables, mientras que el Ejecutivo calcula que esta medida no tendrá coste.

Más renta para las familias

Respecto a la subida del salario mínimo a los 900 euros, Escrivá aseguró que puede tener un impacto negativo en la creación de empleo, con 40.000 puestos de trabajo menos, y que restará una décima en el consumo y en el PIB. Eso sí, la cara amable de la medida, según sus estimaciones, es que supondrá un aumento adicional de la renta disponible de las familias de 1.750 millones de euros, ya que elevará la remuneración de los asalariados en 700 millones. La subida «sin precedentes» del SMI impactará en 1,2 millones de trabajadores, lo que supone en torno al 8 % de los asalariados.

«Es una subida realmente intensa que no tiene precedentes en la serie», afirmó Escrivá, que estimó que tras descontar la creación de empleo que se podría derivar del alza del SMI, la renta disponible podría aumentar unos 500 millones solo por el alza de salarios. A ello se sumarán 1.250 procedentes de las transferencias netas a hogares que se derivan de los Presupuestos. En total, unos 1.750 millones el próximo año.

El coste de la medida: 24 euros al mes para el trabajador y al menos 120 para la empresa 

G. L.

Si se toma como referencia la subida más baja de la horquilla planteada, del 10 %, que elevaría la base de cotización en 380 euros brutos al mes, el coste de la medida por cada trabajador afectado superaría los 140 euros al mes. De ellos, 24 los asumiría el trabajador, al que cada mes la Seguridad Social le descuenta un 6,35 % de su nómina para abonar las cotizaciones sociales (un 4,7 % para contingencias comunes y otro 1,65 % por accidentes de trabajo, enfermedad profesional y desempleo).

El grueso de la carga recaería en las empresas, que verían incrementado el coste por trabajador en unos 117 euros al mes, si se toma un tipo de cotización del 30,8 %, resultado de sumar los diferentes riesgos cubiertos: un 23,6 % por contingencias comunes, otro 5,5 por desempleo, un 0,6 para formación profesionales y un 0,2 para el Fogasa. A esto hay que añadir la tarifa por accidente de trabajo y enfermedad profesional, que en función de la actividad de la empresa oscila entre el 0,9 y el 7,15 % (para el cálculo se ha tomado como referencia el más bajo).

Al año, el sobrecoste por cada trabajador rozaría los 1.700 euros.