Los otros damnificados de Alcoa

Mila Méndez / Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

El anunciado cierre de la multinacional estadounidense amenaza a grandes empresas y pymes de Galicia, y podría pasar factura a infraestructuras clave como el puerto exterior de A Coruña

23 oct 2018 . Actualizado a las 13:16 h.

La sombra de Alcoa es alargada. Aunque la atención en los últimos días está puesta en la plantilla, 369 empleos directos en la factoría de A Coruña y 317 en la de Avilés, las consecuencias del cierre se extienden a una red de empresas que viven, en parte o totalmente, de prestar servicios a la multinacional norteamericana. «La cifra total de empleos afectados es muy difícil de precisar, pero podemos hablar de miles», apunta Nazario Arias, expresidente del comité de empresa y en el cuadro de personal de la aluminera desde hace 42 años. «No sabemos lo que supone para la provincia, sabemos lo que supone para nosotros: pérdida de trabajo. Alcoa lleva muchos años haciendo esto, dando estos sustos», reprochan, escuetos pero contundentes, desde Segasa, especializada en mantenimiento industrial y con sede en Cambre.

Reymogasa, Tubacer, Climagal, Maximino Seoane, Dimar, Segasa, Traexla o Prosegur. Para todas la planta es un cliente importante. «Gracias a las grandes empresas muchas pymes podemos crecer, tanto en desarrollo tecnológico como en recursos humanos. Si Alcoa cierra, se lleva con ella muchas industrias. Es otro síntoma de que el sector industrial en A Coruña se está deshaciendo, está desapareciendo», avisa Adrián Pérez Rey, responsable de la oficina técnica de Mecanizados Moán, en el polígono coruñés de A Grela. Ofrecen servicios de mantenimiento y fabricación de maquinaria y trabajan para Alcoa desde hace 18 años. «Hemos diversificado, contamos con más clientes, pero sería un mazazo», admite.

Para ellos y para todo el tejido de la industria metalúrgica en el noroeste de la comunidad. «Gracias a este sector, los puestos de trabajo son buenos en cuanto a calidad profesional y demanda de conocimiento de los empleados», añade Pérez Rey. «Puede que después de esto venga As Pontes», alerta. «Tanto directa como indirectamente repercute. Tenemos otros clientes, sí, pero a su vez trabajan para Alcoa. Es una cadena», asegura Ignacio de la Iglesia, administrador de Metalúrgica Gallega, instalada en Sabón. Presta servicios a las plantas de A Coruña, Avilés y San Cibrao.

Otros casos

La preocupación en el ámbito empresarial es compartida por los regidores de los municipios circundantes del de A Coruña. «Este será o principio do fin, virán outros peches e suporá un declive económico», exclamó en el pleno extraordinario de ayer el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, del PP. «Que vai de ser de Ferroatlántica sen Alcoa cando a multinacional é o seu principal comprador e vendedor? Que vai pasar coa central térmica de Sabón? O seu primeiro consumidor é Alcoa. E co porto exterior? A súa finalidade é exportar e recibir mercadorías como as que produce a compañía», preguntó el político popular en el pleno convocado para apoyar a la plantilla de A Grela. «Hai que preguntarse por que Francia ten unha tarifa consensuada para os próximos 10 anos sobre o consumo eléctrico. Pagan 27 euros e nós 72: nestas circunstancias é imposible competir», dijo el alcalde. Los casos de Sapa y Emesa todavía están muy frescos.

Aunque desde la Xunta el conselleiro de Industria, Francisco Conde, intentó calmar las aguas este lunes en un acto en A Coruña («sempre se atoparon solucións», afirmó), el sector empresarial se prepara para lo peor. «El cierre, de producirse, tendrá indeseadas consecuencias para nuestra economía. Las exportaciones se resentirán: hay que recordar que A Coruña es la cuarta provincia que más exporta. Además, la industria de los derivados del aluminio, los servicios y el transporte también verán menguadas sus cuentas de resultados», vaticina Antonio Fontela, líder de los empresarios coruñeses.

Nuevas movilizaciones

Los operarios realizarán una nueva marcha en la ciudad el próximo lunes a las 17.30 horas. Además, los empleados de la fábrica coruñesa se trasladarán el 8 de noviembre hasta Avilés para participar en una concentración junto a sus compañeros de la factoría asturiana, que también estuvieron presentes en la concentración del sábado.

El comité de empresa europeo se reunirá el miércoles en Madrid para buscar soluciones

El portavoz de los trabajadores de la factoría coruñesa, Juan Carlos López Corbacho, indicó que el miércoles se desplazará a Madrid para reunirse con el comité de empresa europeo. Posteriormente, el jueves acudirán a otro encuentro en el que participarán representantes de Alcoa en Europa. «Que saibamos, non vén ningún americano, pero pode que se conecten telefonicamente», comentó Corbacho, que aclaró: «Estaremos presentes nunha soa mesa para abordar a situación da fábrica da Coruña e a de Avilés, pero aínda que estamos unidos eu quero negociar coa miña xente en Galicia, e non en Madrid».

El presidente del comité de empresa de la fábrica coruñesa destacó que los empleados están dispuestos a dialogar, pero una vez que «se retire o expediente de liquidación de enriba da mesa», matizó Corbacho, que también confirmó que mantendrán las concentraciones «de luns a xoves ás 17.00 na planta, que é cando nos xuntamos todo o cadro de persoal».

El Gobierno tiene paralizado el pago a la compañía de más de 50 millones en compensaciones por el CO2

r. s.

Las tres partes implicadas en el abrupto anuncio del cierre de Alcoa en A Coruña y Avilés se ven esta tarde las caras, por primera vez, en el Ministerio de Industria. Acudirán altos cargos de ese ministerio, también del de Transición Ecológica, los consejeros de Industria de Galicia y de Asturias, una representación de las plantillas afectadas y también una delegación de Alcoa en España. No se espera que salga ningún gran avance, porque la decisión de la multinacional no se ha movido: su intención es cerrar sin vender.

Uno de los motivos que subyacen en la decisión de Alcoa es la indefinición del marco energético en el que se mueve. Se desconocen las condiciones que regularán la próxima subasta de ayudas a la interrumpibilidad, algo que decide el Gobierno y de lo que Alcoa resulta la firma más beneficiada. Pero también la que tiene que parar más veces, cuando lo pide Red Eléctrica, por cuestiones de mercado: este año, de las 40 paradas, 19 han sido en las fábricas de Alcoa.

Además, hay otra línea de ayudas que el Gobierno no desembolsó y que impacta en las cuentas de Alcoa: compensaciones a las grandes industrias consumidoras por emisiones indirectas de CO2. En los Presupuestos del Estado para el 2018 había 150 millones para todo el sector, de los que el 35 %, según algunas fuentes, iban directamente a Alcoa. Es decir, 52 millones sin cobrar aún por la empresa. Es un incentivo aprobado por el PP y al margen de las millonarias ayudas a la interrumpibilidad.