Innovación desconocida y hecha en casa

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Riedler Peter

La colaboración entre firmas tecnológicas gallegas facilita desde armaduras para asientos de coches hasta drones

18 oct 2018 . Actualizado a las 17:44 h.

La innovación colaborativa gana cada vez más peso en Galicia. Los centros tecnológicos ha incrementado sus ingresos en el último año un 38 %, hasta alcanzar los 65 millones de euros, lo que se ha traducido en un 40 % más de empleo, en un 21 % más de patentes y, sobre todo, en más iniciativas de desarrollo, algunas de las cuales se abordaron ayer en Santiago durante una jornada de la Alianza Tecnológica Intersectorial de Galicia (Atiga).

 Borja Cardama (Astilleros Cardama)

«Innovamos sobre cómo organizar el trabajo: modificación de instalaciones y control de los datos»

Es el caso de Viza Automoción, afincada en Vigo, una empresa cuya ingeniería se apoya en los servicios del Centro Tecnológico del Automóvil (CTAG). A través de una alianza, han desarrollado armaduras modulares de asiento trasero y un mecanismo de enclavamiento de la estructura del asiento al suelo del vehículo, y han trabajado en banquetas de doble pasajero en la fila uno de los coches. «Innovar para meter las cosas en el cajón no sirve: en la industria se innova para hacer negocio, y gracias a nuestros desarrollos hemos conseguido proyectos para el grupo PSA, para Renault y para Volkswagen», explica Javier Cid, de Viza. Esta compañía factura 135 millones y su volumen de negocio se ha disparado un 30 % en solo cinco años.

Juan Elosúa (Eleven Paths)

«Creamos productos en ciberseguridad disruptivos para competir desde Galicia» 

Otra de las compañías inmersas en nuevos desarrollos es Hermasa, una empresa que hace bienes de equipo para la industria conservera y que tiene en marcha un proyecto con Anfaco-Cecopesca para utilizar tecnología de inducción en la industria transformadora de los productos del mar. El objetivo es reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero. «Nuestro mercado está en todo el mundo; nos dedicamos básicamente a la exportación de maquinaria, que representa el 95 % de los diez millones de negocio; queremos evitar el uso de combustibles fósiles, como el petróleo, tan usado para producir calor y vapor», explica Marcos Campo, el director de I+D+i.

Eduardo Faro (SDLD)

«Hacemos drones especializados que pueden ser útiles para la detección de incendios forestales» 

Eleven Paths, la unidad global de ciberseguridad de Telefónica, colabora con Gradiant para sacar al mercado nuevos productos en protección de datos. «Estamos desarrollando dos líneas. Una es la prevención de fuga de información, que afecta a la reputación y cotización de una empresa; y la otra es investigar el trabajo de análisis de datos aplicado a la ciberseguridad», apunta Juan Elosúa, de Eleven Paths.

Marcos Campo (Hermasa)

«Desarrollamos un sistema para usar energía eléctrica en la conserva sin recurrir a combustibles fósiles» 

SDLD, empresa con sede en Madrid y delegación en Galicia, está desarrollando drones especializados en larga duración: nueve horas de vuelo y rangos de más de cien kilómetros para aplicaciones de vigilancia y emergencia en materia de incendios. Actualmente colabora con el Instituto Tecnológico de Galicia.

Más casos: Astilleros Cardama, de Vigo, es otra empresa que aplicando innovaciones a los procesos industriales para optimizar el rendimiento y la organización empresarial; y en el monte gallego, las empresas silvícolas han avanzado en material genético, detección de plagas y mejora de los rendimientos en origen.

Javier Cid (Viza Automoción)

«Hemos desarrollado un mecanismo de enclavamiento de la estructura del asiento al suelo de coche»