El Gobierno fía sus Presupuestos a una recaudación récord pese a la desaceleración

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Revisa a la baja el crecimiento y asegura que las cuentas cumplen con lo exigido por Bruselas

15 oct 2018 . Actualizado a las 23:34 h.

El Gobierno escribió ayer una nueva página en su entrega por capítulos de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2019. Si el viernes presentó las medidas del acuerdo alcanzado con Unidos Podemos, este lunes le tocó el turno al borrador del plan presupuestario que acaba de enviar a Bruselas (el plazo expiraba ayer mismo) y que supone poner cifras a los compromisos económicos anunciados con cuentagotas en las últimas semanas: desde la revalorización de las pensiones según el IPC hasta la ampliación del permiso de paternidad, pasando por la creación de nuevas figuras tributarias para gravar las actividades económicas del siglo XXI o subir los impuestos a las rentas más altas y a las grandes empresas.

Las ministras de Economía y de Hacienda, Nadia Calviño y María Jesús Montero, respectivamente, defendieron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario que este plan cumple a la vez los compromisos adquiridos con Bruselas y con la ciudadanía, cuya vida mejorarán (insisten) unas cuentas que lo fían todo a una recaudación fiscal récord, pese a revisar a la baja el crecimiento esperado de la economía. Los principales ejes se analizan a continuación: 

CUADRO MACRO

Revisión a la baja. Calviño explicó el nuevo cuadro macroeconómico en el que se asientan los cálculos presupuestarios y que, con respecto al de julio, supone una revisión de una décima a la baja en el crecimiento del PIB previsto para este año y el próximo, hasta el 2,6 % y el 2,3 %, respectivamente. Aseguró que es una estimación «prudente», en línea con lo proyectado por los organismos internacionales y nacionales, desde el FMI a la AIReF. El comportamiento «menos favorable de la demanda externa» es lo que explica el menor crecimiento, aunque las nuevas previsiones mantienen la fortaleza de la inversión y de la demanda nacional, con lo que la tasa de paro prevista no varía: el 15,5 % este año y el 13,8 % el próximo. 

dÉficit

El 1,8 % para esquivar un ajuste de 11.000 millones. El plan remitido a la Comisión Europea contempla un déficit del 1,8 % para el próximo año, frente al 1,3 % previsto por el Gobierno de Rajoy. Sin embargo, la relajación del déficit está pendiente de aprobación hasta que el Congreso tramite la eliminación del veto del Senado. Si no llega a producirse, Montero aseguró que no tendrá impacto en el techo de gasto -que aumentará un 4,4 %, hasta los 125.064 millones-, ya que el Estado apenas tendría que asumir un recorte de 1.000 millones. Mayor sería, sin embargo, el de las comunidades (unos 2.000 millones) y los ayuntamientos, de igual cuantía. La titular de Hacienda advirtió que, si no se aprueban las medidas previstas en estos Presupuestos y se mantienen los vigentes, el déficit solo se rebajaría al 2,2 % el año que viene y habría que hacer un recorte de gasto de 11.000 millones. 

INGRESOS Y gastos

El incremento de los ingresos casi dobla al de los gastos. El borrador recoge 515.552 millones de gastos, una subida del 3,1 % respecto a los del año en curso, frente a unos ingresos de 493.329 millones, el 5,7 % más. Así, de los 11.724 millones de incremento esperado de ingresos, 6.413 responden a mejoras recaudatorias por el ciclo económico, mientras que 3.811 se deben a nuevas figuras impositivas y otros 1.500 proceden de tasas (ingresos no tributarios). En el caso de los gastos, la subida total de 5.230 millones resulta en su mayor parte de los compromisos ya adoptados por el Gobierno del PP (3.238 millones) y los 1.992 restantes de las nuevas medidas presupuestadas.

nuevas medidas fiscales

Sociedades y servicios digitales, la gallina de los huevos de oro. Las nuevas medidas fiscales supondrán una recaudación de 5.678 millones de euros, pero los cambios que más dinero aportarán a las arcas públicas serán el tipo efectivo mínimo del 15 % fijado para las grandes empresas en el impuesto de sociedades, que según el Ejecutivo se traducirá en 1.776 millones (un 7,3 % más) y los 1.200 millones que reportará la creación del impuesto sobre servicios digitales. Le siguen la creación de la tasa sobre transacciones financieras (850 millones que financiarán a la Seguridad Social) o las medidas que se adoptarán en materia de lucha contra el fraude (500 millones). El incremento del impuesto de patrimonio recaudará 339 millones, otros 328 la subida del IRPF a las rentas muy altas y 218 la limitación a 1.000 euros de los pagos en efectivo. Por el lado contrario, la rebaja de sociedades para pymes detraerá 260 millones, 35 más la rebaja del IVA a los servicios veterinarios y 18 la bajada de este impuesto en los productos de higiene femenina.

MEdidas sociales

«Rostros humanos tras las cifras», beneficiados por casi 5.100 millones de gasto. La ministra de Hacienda también desgranó las nuevas medidas sociales que se incluyen en el capítulo de gastos, de los que la parte del león se la llevarán las pensiones (como muestra el gráfico adjunto), que entre la revalorización según el IPC y la subida del 3 % a las mínimas y a las no contributivas absorberán 1.088 millones. Les siguen la subida de la financiación para becas, la mejora de la dependencia o el alza del salario mínimo, que la ministra Calviño sostiene que no lastrará el empleo sino que, al contrario, mejorará los ingresos de la Seguridad Social. Tras cuantificar los «millones» de ciudadanos que se beneficiarán de las diferentes medidas presupuestadas, Montero dijo que lo importante «son los rostros humanos tras las cifras».

El castigo fiscal al diésel recaudará el doble que el alza del IRPF para las rentas altas

Aunque el Gobierno reitera que la subida del impuesto al diésel para equipararlo a la gasolina no tiene un objetivo recaudatorio sino medioambiental, para avanzar en la transición hacia energías limpias, lo cierto es que el impacto presupuestario previsto por la medida (una subida de 3,8 céntimos por cada litro) no es desdeñable, tal y como se recoge en el borrador remitido a Bruselas. Y es que Hacienda estima que la subida del diésel reportará 670 millones a las arcas públicas, es decir, el doble de los que espera recaudar con la subida del IRPF a las rentas más altas, cifrada en 339 millones.

Montero señaló que el 30 % de la recaudación (si se cumplen los cálculos, 201 millones) se destinará en el 2020 a un plan renove para la compra de vehículos híbridos o eléctricos.

Las subidas de pensiones se llevan casi uno de cada cuatro euros del gasto social

Los 704 millones que costará subir las pensiones con el IPC junto a los 384 por el alza del 3 % en las mínimas y no contributivas suman casi 1.100 millones, que suponen el 21,3 % del incremento del gasto social (5.098 millones) recogido en el borrador de los Presupuestos. La revalorización «garantizará el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas», y la subida de las prestaciones más bajas servirá para «paliar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran sus perceptores», según recoge el documento enviado ayer a Bruselas.

El Gobierno califica de «ineludibles» las subidas, argumentando que forman parte del cambio de políticas que defiende y que se complementan, además de con el alza de las pensiones, con «nuevas medidas con una clara orientación social, como dependencia, subsidios, permiso de paternidad o subida del salario mínimo, con el objetivo de fomentar y reforzar el estado de bienestar y redistribuir los beneficios del crecimiento».

Por otra parte, el Ejecutivo estima que las cotizaciones sociales subirán 1.500 millones por el incremento de la recaudación por cuotas y de las bases máximas de cotización «como consecuencia de la subida del salario mínimo.