La decisión judicial ha caído como un jarro de agua fría sobre los 50 trabajadores y los 200 ganaderos que dependen de la firma
04 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tres años después de haber presentado concurso voluntario de acreedores, el futuro de la empresa Lácteos Pérez es más incierto que nunca. Cuando parecía que todo estaba atado y que el grupo catalán Teodoro Trabadelo (TGT) se haría con las instalaciones que la quesera tiene en Santa Comba y O Pino, un auto judicial anula esta operación de compra, dejando en el aire el futuro de medio centenar de trabajadores y de los 200 ganaderos que suministran su materia prima a la empresa. Esta decisión se fundamenta, según el titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, en el hecho de que en la oferta presentada en su día por TGT (su importe global ascendía a 5.667.184 euros) se solicitaba la exoneración de una parte de la deuda contraída en su día por la empresa, especialmente en lo relacionado a salarios pendientes de pago y cantidades adeudas a la Seguridad Social. En este sentido, el auto señala que, en el ámbito concursal, el juez no tiene competencias para resolver esa petición.
La resolución judicial ha caído como un jarro de agua fría entre los trabajadores, que temen que un nuevo retraso en el proceso pueda derivar en un cese definitivo de la actividad de la empresa, dando al traste con la operación de compra que pretende TGT, el mayor distribuidor de quesos de España, con una facturación anual próxima a los 300 millones euros. «Estase perdendo unha oportunidade única. Levamos case tres anos inmersos neste procedemento e parece que ninguén ten moito interese en que a empresa siga en activo», apunta uno de los trabajadores, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Igual de afectados están los 200 ganaderos que entregan la producción de sus vacas a Lácteos Pérez, a muchos de los cuales la firma todavía adeuda más de 1,8 millones de euros. Estos productores apuntan que un cierre de la empresa los dejaría en una situación de total indefensión debido a las enormes dificultades que existen actualmente para encontrar una láctea que les recoja su producción.
Desde la empresa, por su parte, se lamenta la interpretación incorrecta que se ha realizado de la oferta de TGT y esperan que el juzgado recapacite y apruebe finalmente la compra. «La documentación es muy extensa y, probablemente, haya habido una utilización inadecuada del lenguaje. Lo que sí está claro es que el juez no ha interpretado correctamente la oferta porque la empresa asume expresamente la deuda», apunta el abogado de Lácteos Pérez, José Luís López Blanco.
En esta línea también se dirige el escrito de alegaciones presentado ayer por la empresa catalana en el juzgado, en el que confirman su voluntad de asumir la totalidad de las deudas laborales, que ascienden a 151.115 euros, además de los 170.244 euros que figuran pendientes de pago a la Seguridad Social. Sí solicitaban, sin embargo, que se les eximiese del pago de las cuantías derivadas de salarios asumidas por el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
«Sinceramente, consideramos que la presente oferta ofrece una solución a los concursos de acreedores superior a la liquidación pura y dura de los activos. Piénsese que la oferta contempla el pago de las deudas laborales, de la TGSS, el pago íntegro de los créditos con privilegio especial y el pago íntegro de los créditos con privilegio general, y la satisfacción de un porcentaje de los créditos ordinarios», apunta el recurso presentado ayer por TGT en el juzgado.
Movilización de los afectados
La publicación del auto judicial ha provocado una reacción inmediata de los trabajadores y ganaderos vinculados a Lácteos Pérez. Tanto es así que a las pocas horas una representación de la empresa ya puso los hechos en conocimiento de los consistorios de Santa Comba y Mazaricos, los más próximos a las instalaciones y los que más vinculación tienen con la firma para recabar su apoyo. También han iniciado una campaña de recogida de firmas en apoyo a la venta a TGT, la única salida, según los afectados, para garantizar el futuro de la empresa.