Juzgados gallegos empiezan a tumbar denuncias de cláusula suelo por ser transparentes

rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PITA

Galicia está entre las comunidades con más negativas judiciales, aunque solo son el 3 % del total

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi dos años después de que el Tribunal de la UE declarara la retroactividad total de la cláusula suelo, y de que comenzaran a llenarse de causas los juzgados de toda España, no es oro todo lo que reluce para los consumidores. Es cierto que los juzgados gallegos están dando la razón, muy mayoritariamente (un 97 %), a los pequeños clientes. Pero comienzan a tumbar denuncias de particulares que creían tener derecho a la suspensión de esa cláusula. Al contrario, obligan a mantener esos topes, los suelos, en los contratos, al considerar que la cláusula está explicada y es transparente para el usuario. Un palo para el cliente, que además en algunos procesos tiene que pagar las costas del proceso.

Es cierto que estos casos son una gran minoría, apenas el 3 % de los que se tratan en los juzgados especializados creados en Galicia para abordar abusos bancarios. Pero el goteo es llamativo además porque en los primeros meses en los que se empezaron a abordar las demandas, la aceptación era del 100 %; ahora ese porcentaje ha ido bajando. Revela además que no todos estos casos se guían por el mismo patrón, ese que llevaba a pensar que todas las cláusulas son ilegales per se, que se suspenden por sistema y que se devuelve el dinero al cliente, siguiendo la doctrina superior. Y no siempre es así.

Con ese 3 % de negativas al cliente, Galicia es una de las comunidades, la sexta, con más rechazos por parte de los jueces. Hay territorios, como Cataluña, Baleares, Canarias o Navarra, en las que el porcentaje de aceptación está por encima del 99 %.

Los últimos casos

Fuentes judiciales consultadas aseguran que los casos que se están rechazando son aquellos en los que el contrato deja bien clara la cláusula, o el crédito se utilizó con otra finalidad. Pero el afectado se decidió a denunciar aprovechando la ola creciente contra los abusos bancarios. Y no ha surtido efecto.

Es el caso, por ejemplo, de una de las últimas sentencias conocidas, en un juzgado de primera instancia de Vigo, contra el Banco Sabadell. La hipoteca firmada por una pareja tenía «una referencia expresa a que el tipo de interés variable era de euríbor más 0,40 puntos, y que existía un tipo mínimo del 3 %, y máximo del 15 %, además, esto último se encuentra subrayado en negrita», dice el auto. Y la jueza que lo firma lo dice claro: «Resulta acreditado que los actores conocían la carga real y económica de la cláusula suelo antes de firmar la transacción».

Y sucede no solo en primera instancia judicial. La Audiencia de Ourense ha desestimado otro caso -en este caso, un recurso contra una sentencia favorable al Pastor- en el que se dice que «dicha cláusula no aparece enmascarada ni se diluye la atención del contratante entre otras cláusulas, sino que se muestra como una principal del contrato que expresa con meridiana claridad el contenido de la misma, de cuyo significado -que el tipo de interés no sería inferior a aquella cantidad- no ofrece duda».

El colapso

Mientras, los casos siguen llegando a las salas especializadas en abusos bancarios. En los gallegos se acumulan aún 7.800 sin resolver, al cierre del segundo trimestre del 2018, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Y es que aunque cada día se despachan, de media, 5 casos, están entrando otros 16, provocando un cuello de botella muy importante. De mantenerse el ritmo actual de resolución, y sin que entraran más demandas, hasta el año 2022 no se terminaría de resolver esta situación.