¿Es posible trabajar solo cuatro días?

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PILAR CANICOBA

Los sindicatos británicos proponen una jornada laboral reducida que los expertos ven imposible trasladar a España

13 sep 2018 . Actualizado a las 16:01 h.

Una jornada laboral reducida a cuatro días por igual o mayor salario con cargo a las ganancias que la introducción de la tecnología reportará a la cuenta de resultados de las empresas. No es una aspiración, sino la realidad planteada por la agrupación de sindicatos más grande del Reino Unido, Trade Union Congress (TUC), en su último congreso.

Se trata de una propuesta singular que irrumpe en un escenario incierto para el empleo en plena revolución industrial de los procesos productivos. La imparable digitalización de la industria 4.0 en todos los segmentos tiene sus pros y sus contras. Se aminoran tiempos, se ofrecen servicios a la carta y se destierra la producción en cadena con una reducción de costes que se ve favorecida por la robotización de las fábricas.

Y son precisamente los beneficios que esa digitalización reporta a las empresas los que argumentan el planteamiento del sindicato británico, una idea surgida a partir de una encuesta realizada entre dos mil empleados. No es para menos.

La propuesta sobre el reparto del tiempo con los trabajadores parece nueva, pero no lo es. Hace 20 años, el Gobierno francés de Lionel Jospin aprobó la reducción de la jornada laboral de 39 a 35 horas -entonces como una fórmula de reparto de trabajo-, si bien las sucesivas reformas de Ejecutivos posteriores la han reducido a una iniciativa casi testimonial. También Suecia tomó una decisión parecida que apenas se recuerda que existe.

¿Son, en realidad, viables propuestas como esta? Para Maica Bouza (CC. OO. Galicia) «é unha proposición ideal, aspirable, e defendible, pero a realidade laboral actual vai por outros rumbos: recuperar os estándares de calidade do emprego previos á crise económica». Insiste en que en España se trabaja sobre todo en recobrar lo que se ha perdido. No elude que la digitalización de las empresas «é imparable» y su repercusión llegará más pronto que tarde. Pero en estos momentos, insiste, «o emprego está degradado, hai pouco e mal pagado e aínda non se recuperaron as condicións laborais de antes da recesión».

Sin embargo, para el profesor de Economía Financiera por la Universidade de Vigo Xavier Martínez Cobas, es un asunto un tanto «trillado» y bastante «discutible». «Trátase dun debate aberto, interesante», pero imposible de generalizar al conjunto de los trabajadores.

Repercutir el beneficio de las empresas está vinculado, para este experto, al coste laboral de sus trabajadores, distinto entre países. Las empresas compiten en el resto del mundo. Si la medida fuese de aplicación unitaria y universal resultaría posible, pero las compañías siempre buscan implantar sus negocios y fábricas en aquellos países donde tanto la producción como la política fiscal y, sobre todo, el coste laboral, les resulte más favorable.

De cualquier forma, insiste en que la propuesta británica solo es aplicable para un tipo específico de trabajo.