La economía gallega crece aún por encima de España, pero da señales de enfriamiento

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

El PIB, que creció un 2,8 % entre abril y junio, no bajaba del 3 % desde finales del 2015

31 ago 2018 . Actualizado a las 10:00 h.

La economía gallega sigue creciendo con fuerza. Así lo confirmaron ayer los datos de la contabilidad trimestral publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). De hecho, el ascenso del PIB gallego, que experimentó un incremento interanual del 2,8 % en el segundo trimestre del ejercicio, fue una décima mayor al del conjunto del país, como destacó en su valoración de las cifras la Consellería de Facenda.

Sin embargo, aunque el dato es claramente positivo, no es óbice para que refleje, a la vez, un ligero enfriamiento. Y es que el crecimiento registrado entre abril y junio fue el primero inferior al 3 % desde el tercer trimestre del 2015. Igualmente, la evolución intertrimestral revela también la misma desaceleración, ya que la tasa de variación (del 0,6 % e idéntica a la nacional) fue una décima menor que la del trimestre anterior. 

Mejor que el PIB nacional

Los datos de la comunidad evidencian un comportamiento ligeramente mejor al del conjunto de España, ya que el PIB del país retrocedió cuatro décimas en tasa interanual (pasando del 3,1 % al 2,7 %), y una décima comparado con el trimestre anterior, según lo avanzado por el INE hace un mes.

Analizando las cifras se puede concluir que el músculo de la economía gallega descansa principalmente en la fortaleza de la demanda interna que creció un 3 % (cinco décimas más que el trimestre anterior); y en el buen comportamiento de las exportaciones, que avanzaron un 4,5 % (un 0,5 % intertrimestral).

En el lado de la demanda, el gasto de los hogares subió ligeramente y se elevó por encima del 2 % (tres décimas más que el trimestre previo), mientras que el gasto de las Administraciones públicas, que también se incrementó un 2,6 % en comparativa anual, retrocedió un 0,3 % midiéndolo respecto al período de enero a marzo. 

La inversión se dispara el 8,1 %

Pero el repunte más destacado fue el de la formación bruta de capital, es decir, la inversión empresarial, un indicador muy importante, ya que refleja confianza. Se disparó nada menos que un 8,1 %, dos puntos y medio más en solo tres meses. El de la inversión ha sido el mayor incremento de los últimos doce años.

En lo que respecta a la exportación de bienes y servicios, las cuentas trimestrales muestran un aumento del 4,5 % (0,6 % más en tasa trimestral), lo que confirma que Galicia sigue vendiendo con éxito en el exterior. Sin embargo, en el otro lado, las importaciones han subido aún más (el 5,5), lo que reduce la contribución de las ventas internacionales al crecimiento del PIB.

En el lado de la oferta, aunque todos los sectores se han mantenido en tasas positivas en el período, construcción y servicios han ejercido como motor de desarrollo. En lo que respecta al ladrillo, se ha elevado un 6 %, seguida del 3,5 % de la industria -en el caso de la manufacturera la tasa rebasa el 4 %- y del 2,3 % de los servicios. En este último sector destacan especialmente las alzas de las actividades profesionales, información y comunicaciones y comercio, transporte y hostelería, situadas en una horquilla de entre el 4,3 % y el 3,1 %.

También el sector primario mostró una evidente mejora en el segundo trimestre de este año, al pasar de crecer únicamente tres décimas a frisar el 2 %. 

La brecha del empleo

El avance anual del 2,8 % en el PIB de la comunidad se ha traducido en la creación de 17.864 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, al pasar de los 990.666 del segundo trimestre del 2017 a 1.008.530 de este último período. Son ya dos trimestres por encima del millón, algo que no pasaba desde finales del 2011.

En porcentaje, la creación de empleo ha subido un 1,8 % (aún más, el 3,2 %, en el empleo asalariado), que aunque son dos décimas más que el trimestre anterior y tres que el último del 2017, se mantiene a distancia más que notable de la tasa de España, que está en el 2,5 %. Esto evidencia el problema de que en Galicia el crecimiento económico no se traduce en mucho más trabajo.