Temor en la plantilla de Vestas de Viveiro tras el súbito cierre de la planta de León, a la que surte

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

ECONOMÍA

EFE | J. Casares

UGT, que preside el comité de empresa, cree que «ten todos os boletos para o peche» por la deslocalización

29 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

León se ha llevado esta semana un buen golpe tras conocer que la fábrica de piezas eólicas de Vestas cerrará su planta de Villadangos del Páramo y despedirá a los cerca de 400 trabajadores de la plantilla para trasladar la producción a fábricas de Argentina y Rusia. A esos empleos hay que sumar otro millar en puestos indirectos. Un mazazo.

Pero la súbita noticia -se produjo en plena negociación- también cayó con intensidad en Viveiro, donde la multinacional danesa tiene desde hace más de una década una factoría que en este momento emplea a 210 operarios (110 fijos y en torno a 100 temporales), según datos facilitados ayer por UGT, que preside el comité sindical de la factoría mariñana. «Aquí imos ter un problema. Oficialmente aínda non nos dixeron nada, pero a empresa algo terá que dicir porque unha parte importante dos xeradores que se fan en Viveiro ían para León, e a ver onde os mandan agora», explicaba ayer el secretario de la Federación de Industria de UGT Costa Lucense, Eladio Quelle.

«En Viveiro -añadía- están seguindo os mesmos pasos que seguiron en León. Ten todos os boletos para o peche. A única diferenza foi que aquí non se fixo folga, aínda que daba a impresión de que era o que querían cando se negociou o convenio». Vestas trabaja para varios gigantes del sector energético. Entre sus últimos contratos figuran varios para los nuevos parques de Naturgy, la antigua Fenosa.

Varios representantes sindicales de Vestas en Viveiro partieron ayer hacia León para apoyar a los compañeros afectados por el cierre: «Foi dun día para outro. Dixéranlles que lles ían contar algo, pero que ata o 3 de setembro non ía haber novidades».

«Están deslocalizando todo. Agora a Rusia e a Arxentina, e sen responsabilidade no traballo porque eles [Vestas] só poñen a marca. Din que en Europa non é rendible a empresa, e que mesmo van parar de fabricar en Dinamarca, onde se van dedicar só a algo de tecnoloxía e a investigación», señalaba.

La negociación abierta

Mientras, en Valladolid se celebró una cumbre de urgencia entre el Ministerio de Industria y la Junta de Castilla y León para tratar de revertir la decisión de Vestas. Confían en poder reunirse esta misma semana en Dinamarca con el consejo de administración de la multinacional y lograr que retire el ERE extintivo para los 360 trabajadores de León, a cambio de las ayudas que ambas administraciones ofrecen para el caso de que la firma danesa presente un plan industrial.

La comunicación del cierre llegó antes incluso de escuchar alternativas por parte del Ministerio de Industria en el encuentro que estaba previsto para el día 3 de septiembre. «Lo tenían todo muy bien calculado», dijo la consejera de Economía, recordando los 12,5 millones en ayudas públicas que Vestas recibió para la planta de Villadangos, y el millón para su factoría de Soria, cerrada en el 2012. «Nos parece una deslealtad institucional», reprochó la ministra Maroto.