Crecen los autónomos gallegos que cotizan más para mejorar su pensión

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

FOCKE STRANGMANN

Aunque 7 de cada 10 siguen aportando por la base mínima, esa cifra ha caído un 20 %

24 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mantra de adecuar las cotizaciones sociales a los ingresos reales y, siempre que se pueda, elevar las aportaciones para disponer en el futuro de una mejor pensión, parece ir calando entre los autónomos, un colectivo que es el farolillo rojo de las prestaciones por jubilación. Esa es la conclusión de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), a la luz de la evolución que muestran las cifras en la última década. Así, mientras que en el 2008 más del 83 % de los emprendedores españoles cotizaban por la base mínima (fijada en 932,70 euros actualmente, lo que da una cuota mensual de 278,88 euros), hoy el porcentaje está en el 65,8 %, es decir, veinte puntos más bajo.

Galicia no es una excepción, sino que confirma la preocupación de los autónomos por mejorar sus coberturas sociales. Así, aunque la inmensa mayoría del colectivo en la comunidad -casi 107.600 trabajadores, el 77 % del total- cotizaba el pasado junio por la base mínima, la cifra ha caído con fuerza en la última década. En julio del 2008 eran casi 135.000 los autónomos gallegos que aportaban lo mínimo a la Seguridad Social, es decir, que el número se ha reducido en más de 27.314 personas -el 20,2 %- hasta la actualidad.

La misma evolución han tenido quienes cotizaban entre la base mínima y 1,5 veces esta (es decir, entre 932,70 y 1.399,10 euros), que porcentualmente incluso se han reducido más: casi un 22 %, al pasar de 20.270 a 15.817 trabajadores en la década.

Paralelamente a la mengua de cotizantes con las bases más reducidas, se han incrementado los que hacen aportaciones por mayores ingresos, pese a que estos aún siguen representando una minoría sobre el total.

Triplican los pagos de 836 euros

En cualquier caso, resulta llamativo que el número de cotizantes gallegos comprendidos en la horquilla entre dos y tres veces la base mínima, es decir, los que aportan entre los 1.865,4 y los 2.798 euros, se haya multiplicado casi por cuatro. Y es que ha pasado de poco más de 1.300 personas a sumar casi 5.000 más, rebasando los 6.000 emprendedores, es decir, un crecimiento del 364 % en el período. La cuantía mensual que abona este grupo, que no llega ni al 5 % del total del colectivo en Galicia, es de 836,63 euros.

El tramo de quienes pagan por más de tres veces la base mínima (más de 2.798,10 euros, que se traducen en una cuota de 1.137 euros cada mes) ha crecido, pero muy ligeramente, ya que frente a los 657 cotizantes que había en julio del 2008, en el pasado junio no habían rebasado los 700, apenas 37 más en diez años.

Si se analizan los datos del último lustro, se confirma que sigue aumentando el número de quienes deciden elevar su base de cotización, aunque el ritmo se ha moderado.

Desde ATA, su presidente, Lorenzo Amor, destaca la importancia de ajustar la cotización a los ingresos reales, un asunto en el que la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ya anunció que introduciría cambios, pues estima que uno de cada cuatro emprendedores cotiza por encima de lo que factura.

«Muchos no pueden cotizar más, aunque quisieran», explica Amor, que asegura que otros, dentro del 65 % en España que siguen en la base mínima, lo hacen por desconocimiento, «porque no saben que subir esa base es opcional y pueden cambiarla hasta cuatro veces al año para que su cotización sea más acorde a sus ingresos cada temporada». Y todo eso tiene impacto, directamente, en la pensión que recibirán.

En ese sentido, reclama «pedagogía» para que «elijan voluntariamente la base que mejor les protege para un futuro». Amor subraya que la evolución de la última década, en la que el 20 % de los emprendedores ha pasado de una base mínima a una algo superior, «es la mejor opción, siempre que se pueda». Recuerda que la consecuencia directa ha sido que en el mismo período la prestación media de los autónomos ha crecido un 23 %. Sin embargo, aunque es la pensión que más ha subido, es un 38 % más baja que la pensión media del régimen general. «Queda mucho camino por recorrer», dice.