Invertaresa dice que intentará que sigan algunas de sus filiales ahora en liquidación

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

EDUARDO PEREZ

La Xunta prepara una reunión con el comité y pide a la ministra de Industria una cumbre para intentar buscar una solución

23 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La cuenta atrás para las principales filiales de Invertaresa ya ha comenzado. La compañía, un grupo industrial con sede en A Coruña y vinculada al sector de la construcción y la energía, solicitó a finales de julio la liquidación de cinco de sus empresas, las que concentran el grueso del negocio, como Isowat Made, Aplihorsa o Taresa Norte. Pero la dirección sostiene que, a pesar de la situación en la que se encuentran esas firmas, «se sigue trabajando para dar continuidad a la actividad de alguna de las empresas para las que se ha pedido la liquidación», según explican fuentes cercanas a la compañía, aunque no se ha podido precisar qué sociedades serían las que podrían salvarse. La plantilla, en todo caso, es escéptica, por los precedentes. Porque la petición de liquidación les pilló por sorpresa, en plena negociación del concurso de acreedores. Y porque acumulan ya varios meses de impagos.

Invertaresa, que cuenta con una veintena de empresas, sostiene que su difícil situación deriva de un impago de Isolux -uno de sus principales contratistas- de 10 millones de euros. Y suman una segunda contingencia: el crac de Abengoa, que durante meses hizo que se cerrara la financiación a empresas vinculadas al sector de la construcción de piezas para energía. Todo ello terminó precipitando la crisis del grupo.

La petición de liquidación para cinco empresas de Invertaresa -las más relevantes- arrastrará a 120 empleados que actualmente trabajan en las factorías afectadas en Galicia, sin contar la de Medina del Campo, en Valladolid, con otros 94. Salvo sorpresa, a inicios del mes de septiembre el juez analizará la petición de liquidación que ha hecho el equipo de Roberto Díaz Rincón, el propietario, y procederá a ejecutar un cierre ordenado. Es posible que durante esa fase puedan entrar algunos potenciales compradores, a precio de derribo. La empresa ya intentó, sin éxito, la entrada de inversores durante los meses previos, según consta en la documentación remitida al juzgado de lo mercantil de A Coruña.

El papel de la Xunta

Esa petición de liquidación no solo pilló con el pie cambiado a la plantilla. También a la Xunta, que ha ido siguiendo de cerca el proceso de concurso de acreedores de las plantas de Invertaresa, una sociedad de la llamada industria 4.0, con potentes contratos para los grandes del sector energético (Iberdrola, Endesa, Red Eléctrica o Fenosa). La Consellería de Industria ya se ha puesto en contacto con el comité de empresa y prepara una reunión para estudiar las posibles medidas que se pueden llevar adelante.

El segundo frente que abordará la consellería es el institucional. Ha solicitado por carta una reunión a la ministra de Industria, Reyes Maroto, para que, junto a la Junta de Castilla y León -implicada por el futuro de la factoría de Valladolid-, se trate de encontrar una solución para la plantilla. Ayer mismo, la ministra mantuvo un encuentro con la consejera castellana de Economía para ver el futuro de Isowat Made. Según informa Efe, las dos Administraciones analizarán las subvenciones disponibles a los posibles compradores de la empresa metalúrgica, además de estudiar si el Fogasa se puede hacer cargo de pagar los sueldos que se deben a los empleados. Maroto, que precisamente es natural de Medina del Campo, recordó que hay «varias empresas» interesadas en comprar la factoría. Algo difícil ahora que se ha planteado la liquidación, algo que obvió este alto cargo durante su encuentro de ayer. Tampoco se refirió a Galicia.

«Es importante que se busque una manera de dar continuidad a una empresa en un sector tan relevante como el de la energía en Galicia», apuntaban ayer desde Comisiones Obreras, sindicato mayoritario en Invertaresa.