UGT denuncia al dueño de Sargadelos por «chantaje y coacción» en medio de los despidos

María Cuadrado Fernández
maría cuadrado VIVEIRO / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

La dirección recibió un escrito firmado por el 75 % de la plantilla pidiendo la salida de la exlíder del comité, como quería la empresa

21 ago 2018 . Actualizado a las 15:02 h.

Cuatro días después del anuncio público de despido de la mitad de la plantilla de la fábrica de Cerámica de Sargadelos en Cervo, continúa la incertidumbre entre el personal. El máximo accionista y consejero delegado, Segismundo García, no descartó el viernes el posible cierre de la emblemática factoría, al mismo tiempo que anunciaba 49 despidos, de los que diez estaban previstos para ese mismo día. Ayer continuaron las salidas. La plantilla asiste atónita a una situación excepcional en la que el máximo accionista del grupo y el sindicato UGT se acusan mutuamente de chantaje.

Mientras Segismundo García, que denuncia presiones sindicales, reitera que solo en este año el grupo ha tenido que pagar más de un millón de euros por demandas sindicales, lo que ha originado problemas de liquidez al grupo, desde UGT tenían previsto presentar anoche, o a primera hora de hoy, una demanda ante lo que tachan de «nuevo ataque» del administrador único, a quien acusan de «chantaje y coacción» a los trabajadores. Sería una demanda de tutela de los derechos fundamentales, en la que se pide el cese inmediato de este tipo de conductas, la paralización cautelar de los despidos anunciados y que se condene al consejero delegado, a título personal, por daños y perjuicios tanto al sindicato como a una trabajadora a la que señaló García retiradamente. Desde UGT pedirán que la expresidenta del comité, a la que la empresa concedió ayer un permiso retribuido de varios días, regrese de inmediato a su puesto de trabajo.

Recogida de firmas

Además, acusaron al consejero de condicionar los despidos a que el personal firme un documento en el que se exige la dimisión de la expresidenta del comité, actualmente delegada de UGT en la fábrica mariñana.

García replicó negando ayer que él tuviera alguna vinculación con el documento distribuido ayer por la fábrica, pero al cierre de esta edición confirmó que lo había recibido y que estaba avalado por aproximadamente el 75 % de los empleados que ayer acudieron a trabajar. Falta por conocer la opinión de unos 15 o 20 que disfrutaban de día libre o están de vacaciones. Según varias fuentes, en el escrito se pide la dimisión voluntaria de la expresidenta, se le reprocha que no contara con el resto de la plantilla a la hora de tomar determinadas decisiones y se le insta a repartir entre los últimos trabajadores contratados los 30.000 euros que un juzgado de Lugo condenó a la empresa a pagarle en concepto de indemnización por daños morales. El mismo que también declaró nulo en febrero el despido de Mariña y condenó a la firma a readmitirla en su puesto y a pagarle los salarios que dejó de percibir.

Desde UGT rechazaron y condenaron el «ataque» que el consejero delegado personaliza en la que ejerció durante más de treinta años como presidenta del comité, Rogelia Mariña. Reiteran que la ahora expresidenta fue elegida por los trabajadores y le trasladan su solidaridad: «Durante todos estos años en la empresa siempre demostró ser un ejemplo de mujer defensora de los derechos de los trabajadores y muy querida entre ellos». Han pedido a la empresa que aporte toda la información sobre los despidos efectuados y previstos.

Segismundo García: «Se por este conflito cos sindicatos teño que ir ao cárcere, vou encantado»

El consejero delegado de Sargadelos, Segismundo García, reiteró anoche, como dijo en la asamblea del viernes en la que anunció los despidos, que no está dispuesto a dejar la compañía en manos de los sindicatos. Y preguntado sobre la posibilidad de frenar los despidos e incluso de readmitir a los ya cesados, reconoció: «Tras recibir o escrito coas sinaturas [con el 75 % de la plantilla] constato que a maioría do persoal non está coa ex-presidenta, e considero que algo repensará a empresa, sen estar aínda a situación resolta». «Se por este conflito cos sindicatos teño que ir ao cárcere, vou encantado», sentenció.

Consciente de la repercusión que los despidos y el posible cierre de la planta tendría en Cervo, el alcalde de este municipio, Alfonso Villares, apelaba ayer al acuerdo: «Creo que hai que intentar chegar a un acordo entre as partes porque Sargadelos é un caso excepcional. Apelo a que haxa ese entendemento necesario, a que limen as asperezas. Non debemos esquecernos da empresa, dos traballadores e da riqueza que Sargadelos lle achega ao noso concello». Desde Comisiones Obreras, con delegado de personal en la fábrica, lamentan no haber sido convocados por la empresa ni haber tenido la oportunidad de reunirse con la dirección. Jacobo Bermúdez, secretario comarcal de Industria de CC. OO., denunció que carecen de información. No fue posible conocer la versión de CIG, que recurrió el ERE del año 2010.