Uno de cada diez autónomos gallegos abandona tras agotar la tarifa plana

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

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El Gobierno reformará esta ayuda al autoempleo, al constatar un 85 % de fracasos

15 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aviso a los emprendedores. Si alguno o alguna se va a lanzar al autoempleo animado por el pago de una cuota reducida a la Seguridad Social (50 euros durante el primer año), más vale que se lo piense, porque la tarifa plana universal para los nuevos autónomos, tal y como la conocemos ahora, tiene los días contados.

La bonificación creada en el 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy para reducir el desempleo ha sido un éxito, si se analiza por el número de altas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos: 1,4 millones de nuevos afiliados en menos de cinco años (desde septiembre del 2013 a julio del 2018). De esta cifra, Galicia ha aportado 69.990 nuevos emprendedores.

Esa es la parte buena. La mala es que el nuevo Gobierno, con ayuda de las organizaciones de autónomos, se ha puesto a estudiar este bum del autoempleo experimentado tras la entrada en vigor de la bonificación y los resultados son desoladores.

Y es que solo un 15,54 % del total de autónomos que se han beneficiado de la tarifa plana continúan dados de alta una vez que terminan el período de cotización bonificada.

En el caso de Galicia, el desplome del pequeño comercio reduce aún más la supervivencia de los nuevos emprendedores. Según la estadística del Ministerio de Empleo, solo uno de cada diez autónomos que se acogieron a la cuota reducida sigue adelante tras agotar la ayuda. Es decir, de los casi 70.000 bonificados en Galicia, solo se mantienen en activo cerca de 10.400.

Pero, además del fracaso como medida para garantizar un autoempleo sostenible, la tarifa plana ha resultado un incentivo excesivamente costoso para las arcas públicas.

Medidas correctoras

El precio de bonificar mediante la tarifa plana de 50 euros a todos los trabajadores por cuenta propia que inician su actividad ha supuesto, desde septiembre del 2013, un coste de 3.200 millones de euros. El coste en Galicia supera los 170 millones. Con estos resultados, no es de extrañar que el Ministerio de Trabajo se esté planteando una revisión de esta medida, al considerar que la eficacia de esta tarifa plana debe mejorarse.

Con este fin, responsables de la Seguridad Social y representantes de las organizaciones de autónomos han comenzado a reunirse ya este mes. «La idea es pactar medidas correctoras que hagan más eficiente esta cuota reducida», explican fuentes de la negociación.

El coste de la medida para el erario supera los 3.200 millones en cinco años ¿Qué tipo de ajustes hacen falta? Desde el ministerio aseguran que el Gobierno no va a eliminar de un plumazo la tarifa plana: «Eso no ha estado en ningún momento encima de la mesa». Sí acepta el departamento que dirige Magdalena Valerio que ya están negociando con las asociaciones de autónomos la necesidad de establecer límites a estas ayudas.

«El objetivo es mejorar la eficacia de estas bonificaciones para que se destinen realmente a impulsar el emprendimiento. De lo contrario, la Seguridad Social estaría financiando las cotizaciones de los falsos autónomos y de autónomos regulares pero precarios, favoreciendo así el abuso de las grandes compañías que utilizan irregularmente esta figura», explican fuentes conocedoras de los términos de la negociación.

La tarifa plana de 50 euros al mes entró en vigor en el 2013 con una duración inicial de seis meses para quienes iniciasen su actividad por cuenta propia, aunque en enero de este año se duplicó el período de cotización bonificada para los nuevos autónomos.

Según Trabajo, más de la mitad de los menores de 30 años que se dan de baja llevaban en alta menos de doce meses.

Una bonificación aplaudida por todos que ha acabado en una burbuja de emprendimiento y nido de falsos autoempleados

Las asociaciones de autónomos fueron las primeras en aplaudir la bonificación fiscal para los nuevos emprendedores, pero, visto lo visto, se muestran de acuerdo en la necesidad de revisar las tarifas planas. Eso sí, de momento no hay consenso en cómo abordar el problema.

El secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, que siempre se ha mostrado crítico con esta ayuda de carácter universal, asegura que «la tarifa plana ha contribuido a agrandar la burbuja del emprendimiento». Sostiene que la mejor forma de hacerla eficaz es analizar la viabilidad de la actividad que pretende desarrollar el nuevo autónomo antes de acceder a rebajarle la cuota.

Además, Abad ha pedido al ministerio un análisis completo de las ayudas otorgadas hasta ahora. «Si la mayor parte de los beneficiarios no han trabajado más de un año y han facturado a una sola empresa, ahí habrá un indicio indudable del uso fraudulento de la tarifa plana para fomentar la figura de los falsos autónomos», afirma.

Mientras, desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), firme defensora de la tarifa plana, plantean analizar y revisar con Trabajo los incentivos para aquellos autónomos que, transcurrido el primer año, ya tienen una suficiente facturación o rendimiento neto. «No parece lógico que a un autónomo que durante el primer año ya tenga un rendimiento neto de 30.000 o 40.000 euros sigamos bonificándole la cotización de la Seguridad Social», asegura el secretario general, Lorenzo Amor.

Además, ATA pide que se implemente «cuanto antes» la tarifa plana de hasta 24 meses para autónomos del ámbito rural, que pretende acabar con la despoblación en municipios de menos de 5.000 habitantes. En Galicia, esta medida beneficiaría a emprendedores de más de 200 municipios, según un primer cálculo.

La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores apunta que la tarifa plana debe ser una medida puntual, para hacer subir las altas, pero mantenerla a largo plazo potencia la aparición del drama de los falsos autónomos.