El desarrollo exprés del eólico se enfrenta a un cuello de botella

Rubén Santamarta Vicente
R. Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ROI FERNÁNDEZ

Tramitación, expropiaciones, obras, grúas para levantar 34 proyectos... y apenas 18 meses por delante

09 may 2019 . Actualizado a las 14:55 h.

El sector eólico gallego se despereza después de años de letargo, entre adjudicaciones fallidas en dos concursos autonómicos, el fin de las primas, y una crisis económica que cerró la financiación también a este sector. Han comenzado a construirse los dos primeros parques tras las subastas de megavatios de los últimos dos años, y la Xunta ha autorizado ya (el pasado 4 de agosto fue la fecha tope) 20 parques repartidos por la comunidad. Hay otros 12 en tramitación a los que se espera dar luz verde antes de octubre. En total, 34 proyectos que supondrán 700 nuevos megavatios y que permitirán aumentar un 20 % la capacidad instalada en Galicia, hasta alcanzar los 4.000 megavatios en enero del 2020.

Esto último, la fecha, es clave. Porque todos esos proyectos, amparados en subastas del Gobierno y con un mínimo económico fijo que recibirán, tienen que estar listos para empezar a producir el 31 de diciembre del 2019. No queda mucho para esa fecha, menos de 18 meses. «Hay tiempo para que todos esos proyectos se pongan en marcha, se están haciendo las cosas a buen ritmo», dicen fuentes del sector.

Sin embargo, avisan que se puede producir una especie de «cuello de botella», porque todos los proyectos tendrán que ir cumpliendo una serie de etapas a la vez. «Y hay que ver cómo se van resolviendo», admiten. La Administración en este caso está dando prioridad a la tramitación administrativa de los proyectos eólicos, con la declaración de especial interés, que permite otorgar una mayor agilidad al proceso; con la creación de un registro eólico; y con la simplificación del procedimiento. Pero eso, el papeleo, es solo una parte inicial de todo lo que un proyecto tiene que hacer hasta su puesta en marcha. «Lo principal -señalan- es que se garantice a tiempo que están listas la conexiones para la evacuación de la energía, si no, no servirá de nada todo esto».

Todo lo que conlleva

Hay mucho trabajo por delante. Tendrá que procederse a la expropiación o alquiler de terrenos. También se tiene que contratar la propia construcción de los molinos -desde las torres hasta las palas-, y en Galicia, por ejemplo, no hay tantas fábricas operativas para hacerlo. Y, obviamente, disponer de grúas lo suficientemente grandes para levantar la instalación; tienen unos 60 metros de altura. «Esperemos que únicamente haya casos contados de atasco, y se pueda desarrollar todo», apuntan desde un sector que ha visto cómo en los últimos años su desarrollo quedaba bloqueado y que ahora cuenta con una treintena de proyectos a la vista, aparte de otros que se puedan desarrollar al margen de las subastas oficiales.

La Consellería de Industria calcula que la ejecución de todos estos proyectos generará 8.400 puestos de trabajo directos e indirectos, y se moverá una inversión total de 700 millones.

El nuevo presidente de REE analiza la ampliación de subestaciones para evacuar la nueva energía

El nuevo presidente de Red Eléctrica (REE), Jordi Sevilla, se desplazó ayer a A Coruña para analizar con el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, cómo agilizar la ampliación de las subestaciones eléctricas que darán servicio a los nuevos parques eólicos de la Comunidad gallega.

Con este encuentro, buscan acelerar la tramitación administrativa necesaria para ampliar las subestaciones de Castro de Rei (Lugo) y las de Dumbría y Carral (A Coruña). Una actuación que dará servicio a los parques eólicos de Galicia que están en construcción o que cuentan con autorización para ello, según detalló la Delegación del Gobierno en un comunicado tras el encuentro.

En ese encuentro se ha concretado los pasos necesarios para que los nuevos parques cuenten con el acceso y la conexión necesarios para su puesta en marcha, algo imprescindible y que ha reclamado el sector.