«Galicia tiene que ser atractiva para invertir, pero no a cualquier precio»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

El conselleiro cree que la compra de empresas gallegas puede ser «una oportunidad» para crecer

12 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Francisco Conde (Monforte, 1968) el inicio de este próximo curso le va a pillar con unos complicados deberes encima de la mesa: el tarifazo en la factura de la luz, la decisión sobre la reapartura de la mina de Touro, el futuro de la central de carbón de Meirama... Sin perder de vista el desarrollo del proyecto aeronáutico de Rozas o el del sector eólico. Y todo ello, en un contexto político diferente al de unos meses atrás: tiene en Madrid a un partido contrario a sus intereses, con el que ya ha tenido un primer choque, a cuenta de ese tarifazo.

-¿Qué va a pasar entonces con la factura de la luz? ¿Tendrán que asumir los gallegos ese pago extra de 13 euros?

-Hay un borrador de orden que lo establece así. Ya en febrero presentamos un recurso ante el Supremo porque entendemos que el Estado debe defender los intereses de los ciudadanos, no de las empresas. Las compañías ya asumieron unos impuestos en sus balances, y ahora si se les reintegra ese dinero a costa de la factura de los ciudadanos, se producirá un enriquecimiento ilícito que el Estado no debería permitir. Esperamos sensibilidad en el Gobierno para no repercutir sobre los ciudadanos un doble coste.

-Si no prospera su recurso, ¿la Xunta compensaría de alguna manera a los consumidores, para rebajar la factura?

-Lo que vamos a hacer, primero, es que el Gobierno resuelva las alegaciones. Si mantiene su posición, pediremos una suspensión cautelar al Supremo para que no se aplique esa refacturación mientras no se resuelva el primer contencioso.

-¿Batallaría igual si enfrente no hubiera un Gobierno del PSOE?

-El contencioso lo presentamos el 22 de febrero, y el Gobierno era del PP. No dudamos en hacerlo, y mantenemos esa posición, con independencia de quien esté en Madrid.

-¿No hay un endurecimiento del discurso de la Xunta hacia Madrid? AVE, el IVA pendiente, la factura de la luz...

-Presentar un contencioso ante el Supremo es evidencia de que tenemos el mismo criterio con el presidente Rajoy que con el presidente Sánchez. Por encima de las siglas están los intereses de los gallegos, no se está endureciendo el discurso. Simplemente estamos defendiendo los mismos criterios, fiscales, energéticos... que nos afectan. Como hemos mantenido con Meirama.

-La ministra de Transición Ecológica dice que las centrales de carbón como Meirama no tienen hueco. ¿Qué va a hacer?

-Nosotros coincidimos en la transición energética y en la apuesta por las renovables. Pero tiene que ser progresiva, y equilibrada con respecto a otros países. España ya cometió un error gordo a finales de los noventa cuando asumimos unos costes del desarrollo de tecnologías renovables que no estaban maduras, ahora no nos podemos permitir una segunda mala decisión con el mantenimiento de las térmicas. Una mala decisión podría tener un coste alto en el precio de la energía, para consumidores y para empresas. Renovables sí, no somos sospechosos de no defenderlas, pero entendemos que el gas y el carbón deben seguir compitiendo, y el carbón tener un papel como energía de respaldo para el desarrollo de las renovables. Así lo estaba trabajando el Gobierno de Rajoy, trabajando con la Unión Europea para que Meirama y As Pontes tengan su hueco. Si el nuevo Gobierno entiende que no, debería explicarlo.

-Endesa ya ha despejado el futuro de As Pontes. En Meirama, su dueño, Naturgy, la antigua Fenosa, ¿les ha dicho algo?

-Les hemos trasladado al Gobierno y a la empresa la necesidad de que haya mecanismos que habiliten la continuidad de Meirama. Esperamos una resolución favorable.

-¿Y con la mina de Touro? Eso está solo en sus manos...

-Hay una ley de minas muy clara que obliga a que cualquier proyecto minero se ajuste a la sostenibilidad y a las garantías para que no tenga impacto. Es lo que estamos aplicando. En el caso de Touro, el proyecto de reapertura debe cumplir todas las garantías, y ahora mismo, tal y como lo ha presentado la empresa, no es viable. La empresa puede atender a los requerimientos remitidos de 14 departamentos. Seremos garantistas, y muy claros: no se autorizará si no cumple todos los criterios. Todos.

-¿Influyen las manifestaciones en contra?

-No, esa presión se pone a un lado, tanto si viene de una empresa como de una plataforma. Debemos ser sensibles y escuchar, sí, pero lo primero es la ley.

-¿Lamentaría perder una inversión como esta?

-Nosotros tenemos un objetivo, que Galicia sea un lugar atractivo para invertir. Cualquier decisión que quede fuera es una mala noticia, pero Galicia no va a captar inversiones a cualquier precio. Ni desde el punto de vista social, ni ambiental, ni laboral. Debemos apostar y diferenciarnos captando I+D, captando tecnología, captando talento, en sectores maduros, como el naval, la automoción, el aeronáutico...

-Pero al final quien crea empleo en Galicia es el sector servicios, el turismo, la construcción... Ahí no hay mucho I+D.

-Pero también en la industria está creciendo, y es relevante porque puede tirar de los sueldos. Y porque puede ser un tractor para traer talento, y retenerlo. Cada vez que crece el empleo en la industria en Galicia, ese empleo es de más calidad. Tenemos que trabajar para que lo haga el sector aeronáutico, el naval, el forestal, el de la automoción, el textil...

-¿Le preocupa que empresas gallegas punteras acaben en fondos extranjeros, y el centro de decisión se vaya fuera? Es una tendencia que está creciendo.

-Ganar tamaño es muy relevante para invertir, para salir al exterior... No se debe ver como un temor, sino como una oportunidad para que Galicia crezca, siempre que la toma de decisión y el conocimiento se queden aquí.

«Ya no estamos compitiendo solo con el norte de Portugal, también con Marruecos»

Sostiene Conde que en Galicia no ha habido deslocalizaciones de compañías hacia el norte de Portugal, y que la ley de apoyo empresarial está empezando a dar resultados.

-Pero sí se han perdido proyectos que podrían haber llegado a este lado del Miño...

-Nosotros estamos captando nuevas inversiones, como sucede con el nuevo modelo de PSA en Vigo, gracias a la innovación y a que hemos generado el contexto en Galicia para una fábrica inteligente. Benteler toma la decisión de invertir aquí por facilidades en materia de empleo, ventajas fiscales... Atraemos para el sector aeronáutico, como sucede con Rozas. Y estamos compitiendo con Portugal, pero también con otros países, como Marruecos.

-Dice que no se van a captar inversiones a cualquier precio, pero ¿no hay una competición para ver quién da más ayudas a las empresas para instalarse en su territorio?

-La competencia no se puede establecer sobre los territorios. Se hablaba del norte de Portugal como competidor, pero hoy ya es Marruecos, y mañana puede ser cualquier país asiático o africano. La competencia tiene que estar en el conocimiento, y en el ecosistema que se genere alrededor, que dé un valor añadido. Puede haber medidas adicionales, pero que no distorsionen el mercado laboral ni la competencia fiscal. Hay que encontrar el equilibrio.

-Ustedes pusieron en marcha una ley de apoyo empresarial, con facilidades administrativas, y mejoras fiscales para los concellos. Pero las grandes ciudades no se han adherido. ¿Es un proyecto cojo?

-Hay 88 concellos adheridos, pero ninguna de las ciudades, sí. Habrá que preguntarles a ellos, porque esto es un pacto para captar inversiones y crear empleo. No entiendo esto, no hay motivos para no sumarse. No tiene impacto en sus ingresos, la reducción fiscal no afecta a su recaudación actual, sino durante tres años solo a las nuevas inversiones. Espero que no se trate de una cuestión política.

-¿Qué les piden las multinacionales que les ven? ¿No ponen las subvenciones por delante?

-Pues las empresas no preguntan tanto por las ayudas como por el contexto en el que van a desarrollar su actividad, y Galicia tiene un valor añadido porque damos confianza y credibilidad. Y también por el ecosistema que hay alrededor. Las bonificaciones serían el tercer punto.