El país del té se rinde ante el todopoderoso Starbucks

ECONOMÍA

La compañía de café americana comienza a entregar café a domicilio en China meses después de que abriese su tienda más grande del mundo en Shanghái

04 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace años los chinos solían decir que el té era una de las siete necesidades diarias, junto a la leña, la sal, el arroz, el vinagre y la salsa de soja. Parecía lógica la conclusión, pues se trata de la bebida más consumida del país asiático y en torno a su preparación hay verdaderas ceremonias, que causan sensación entre los turistas, en el país de la Gran Muralla y sus países vecinos. Sin embargo, parece que los chinos cada vez son más férreos en su intento por seguir costumbres occidentales, tanto que de golpe y porrazo pasan de ser los reyes del té a acercarse peligrosamente al trono de los estadounidenses más cafeteros, amos y señores del del feudo capitalista que tanto enorgullece a los estadounidenses: Starbucks. La compañía americana abrió el pasado año en Shanghái la tienda más grande del mundo y este jueves volvía a hacer historia en China al sellar un acuerdo con Alibaba gracias al cual los amantes de Starbucks podrán pedir su frapuccino o caffè latte por Internet y recibirlo en cuestión de minutos en la oficina o en casa

La firma del acuerdo no es baladí, más allá de porque la multinacional haya escogido zonas comerciales de Pekín y Shanghái para arrancar este programa piloto de envío a domicilio, porque deja patente que la guerra del café es ya una realidad en China y Starbucks no piensa quedarse en las trincheras. Es el duro golpe que asesta a Luckin Coffe, un grupo chino que ha alcanzado un fulgurante éxito gracias a su entrega de pedidos a domicilio con una aplicación móvil. Pese a que Luckin ofrece descuentos y ofrece productos bastante más baratos que Starbucks, la compañía fundada en Washington no duda de sus posibilidades con los consumidores chinos. De hecho, ya cuenta con 3.400 establecimientos en el país asiático (según The New York Times cada 15 minutos se abre un Starbucks en China) y pretende doblar este número en cuatro años.