El beneficio de Abanca, con la morosidad en mínimos, crece el 7,8 %

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

ECONOMÍA

Xoán A. Soler

La entidad obtuvo en el primer semestre unas ganancias netas de 247 millones

26 jul 2018 . Actualizado a las 23:03 h.

Abanca ha cerrado la primera mitad del año con un crecimiento en su beneficio del 7,8 % (247 millones), según avanzaron este jueves en Santiago el propietario de la entidad, Juan Carlos Escotet; el consejero delegado, Francisco Botas, y el director general financiero, Alberto de Francisco, durante la presentación de los resultados. La cúpula de la entidad hizo especial hincapié en el buen dato de la rentabilidad ROE, «una de las más altas del sector», según Escotet, y que se sitúa en el 11,8 %. Se trata de un indicador que mide cuál es la capacidad que tiene el banco para remunerar a los accionistas.

En su repaso al balance del primer semestre, la dirección de Abanca llamó también la atención sobre otro elemento clave del estado de salud del negocio: la tasa de morosidad queda en el 4,6 %, con un descenso interanual de casi el 28 %, lo que posiciona al banco como la segunda entidad con mejor calidad de activos. Se trata del decimoctavo trimestre consecutivo en el que Abanca disminuye su saldo de dudosos.

Los resultados del primer semestre muestran una buena evolución del posicionamiento comercial de la entidad, con un crecimiento del 6,3 % en el volumen de negocio, que roza los 70.000 millones.

En este apartado, destacan la venta de seguros generales, que se consolida como uno de los ejes estratégicos de la entidad al aumentar casi el 7 %, y el ritmo de concesión de créditos. Aquí han tenido gran protagonismo tanto las pymes como los autónomos: en el primer semestre del año, en relación con el mismo período del 2017, recibieron 500 millones más de crédito. El número de nuevas nóminas captadas por Abanca hasta junio del 2018 fue de 41.000.

Pilar del negocio

Con todo, tanto el consejero delegado como Escotet quisieron poner el foco en que los buenos resultados obedecen, en gran medida, al aumento del peso de los ingresos recurrentes. La actividad con los clientes minoristas, según ambos, compone el centro del negocio de Abanca.

Los ingresos por prestación de servicios se incrementaron un 0,7 %, y la comercialización de fondos de inversión, planes de pensiones y seguros generales y de ahorro generó un 16,6 % más de ingresos. «Las cuatro agencias de rating que califican la entidad han mejorado su nota en lo que va de año, y las cuatro expresan una perspectiva positiva para el futuro», expuso Francisco Botas en su intervención.

En contra del impuesto

En la comparecencia posterior a la presentación de resultados, el consejero delegado de la entidad argumentó que la propuesta del Gobierno de establecer un impuesto a la banca «no es lo más adecuado» y «puede tener efectos perjudiciales». Botas precisó que la posición de Abanca al respecto coincide con lo expresado ya por la Asociación Española de Banca (AEB) y por la CECA. Para el consejero delegado, la aplicación del impuesto en España supondría una «desventaja competitiva» frente a otros territorios. Asimismo, mostró sus dudas respecto al beneficio de gravar adicionalmente a un sector concreto, como la banca, que supone «poco más del 3 % del PIB» en el país. «En el entorno actual hay que ser muy cuidadosos para mantener la buena evolución de la economía, de generación de empleo», insistió.

En la misma línea se expresó Juan Carlos Escotet, partidario de mimar el crecimiento. «Nos gustaría que la inercia positiva económica sea cuidada al máximo y que evitemos cambios que puedan suponer una posible desviación de una tendencia favorable», dijo.

El regreso al primer plano de Escotet tras la grave crisis abierta en Venezuela

La comparecencia de Escotet en Galicia para presentar los resultados desencadenó una batería de preguntas sobre la situación de Banesco y de Venezuela, pero el banquero optó por no entrar en detalles para no desviar el foco sobre el balance semestral de Abanca. «Preferiría no mezclar temas, dada la situación compleja y complicada en el país», dijo. A pesar de eso, preguntado por la fecha del 3 de agosto como posible fin de la intervención de Banesco por parte de las autoridades venezolanas, dijo no tener noticias, pero aclaró algo sobre su futuro: «Hasta que el proceso no concluya en Venezuela no volveré a la presidencia [de Abanca]». Y reconoció haber hecho un gran esfuerzo para mantenerse al día con la evolución de Abanca.

Interés en Caixa Geral

En el capítulo de posibles compras, el banquero venezolano confirmó que la entidad es uno de los bancos que ha pasado a la segunda vuelta para hacerse con el negocio en España de Caixa Geral y que, por lo tanto, mantiene el interés. Una operación que, a su juicio, ha de ser tratada, «como otras adquisiciones, dentro del marco de la prudencia y la complementariedad» con el negocio actual. Escotet insistió en que «puede encajar bien» en los objetivos de Abanca, desde un perfil «técnico y prudente».

En relación con el Deutsche Bank, precisó que para Abanca es un «proceso concluido», ya que la entidad «decidió no vender» pese a tener una «oferta firme».

Por último, avanzó que el arbitraje para que la entidad pueda dejar la concesionaria Itínere (propietaria de Audasa y de la AP-9) se encuentra «en proceso de decisión» y que la fecha de resolución «apunta a octubre».