La patronal advierte que la subida fiscal puede frustrar la de los salarios

a. b. MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

J.J. Guillén | efe

Insisten en que los impuestos son costes para las empresas y que, «si hay que pagarlos por un lado, no se podrá pagar por otro»

11 jul 2018 . Actualizado a las 07:55 h.

Los reiterados anuncios de subidas de impuestos que el Gobierno del PSOE realiza desde su llegada a la Moncloa no gustan en absoluto a la patronal. Tan poco que los empresarios aprovecharon ayer su reunión con el presidente, Pedro Sánchez, para no solo presentarle el pacto salarial (una subida de hasta el 3 % en los próximos tres años), sino también para lanzarle una advertencia: más presión fiscal puede malograr esa subida de sueldos.

«Las empresas tienen sus costes y todo lo que sea un elemento de aumento de ellos puede hacer fracasar el incremento de los salarios», señaló el presidente de Cepyme y vicepresidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la rueda de prensa posterior a la reunión, en la que también estuvieron los líderes sindicales.

Garamendi no tuvo pelos en la lengua e insistió en que los impuestos son costes para las empresas y que, «si hay que pagarlos por un lado, no se podrá pagar por otro».

El clamor en contra de que el Ejecutivo aumente la presión fiscal fue ayer coral. Las patronales bancarias (AEB y CECA) publicaron un comunicado conjunto calificando de «injusto» hacer recaer sobre el sector financiero la recaudación extra precisa para sostener el sistema de pensiones. Y, al igual que la CEOE, alertaron de los «efectos colaterales perjudiciales» que tendría tal medida para el conjunto de la economía, además de poner en riesgo la solvencia del sector.

Ojo a la «exuberancia fiscal»

También desde el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), órgano especializado del Consejo General de Economistas, expresaron su preocupación ante la obsesión del Ejecutivo por lo que calificaron de «exuberancia e imaginación fiscal». Durante la presentación del estudio sobre el impuesto de sociedades, insistieron en que por mucho que se pretenda elevar el tipo efectivo del gravamen, los ingresos provinientes de los beneficios de las empresas no van a incrementarse demasiado. «Aunque en el último año ha subido más de un 6 %, la recaudación de sociedades está en el 2,5 % del PIB y esa es la horquilla normal», explicó el presidente, Jesús Sanmartín.

Recordaron que sociedades recaudó el pasado año la mitad que hace una década y explicaron que las cifras registradas en el 2007 (44.823 millones frente a los 23.143 del pasado año) no volverán a repetirse porque respondían a la burbuja. «Hay que olvidarse de esas recaudaciones».