El mercado del diésel se hunde en plena revisión de su fiscalidad

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

VICTOR>CAMESELLE

El desplome del gasoil encarecerá los vehículos de gasolina, debido a una demanda mayor que la oferta

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado de coches de gasoil se desploma. No levanta cabeza. Las ventas del mes de junio confirman un imparable declive comercial de las motorizaciones diésel. Tanto que ya solo suponen un tercio de las nuevas matriculaciones. De las 142.378 unidades vendidas en el mes de junio en España, el 35,5 % son vehículos de gasoil, mientras que la gasolina acapara el 58 % de las operaciones y las propulsiones alternativas (híbridos o eléctricos puros) logran su mejor registro, el 6,6 % de las ventas.

En Galicia, el descalabro de los coches diésel va más lento, pero va, y su cuota de mercado baja ya del 50 % de las 23.291 ventas totales registradas en el primer semestre del año (4.142 unidades en junio), que se cierra con un incremento de coches despachados del 11,2 % respecto al mismo período del año pasado.

Este comportamiento del mercado tan desfavorable para al gasoil preocupa a los fabricantes, que temen que la revisión al alza que el Gobierno prepara para gravar este combustible suponga la puntilla a un segmento que, hasta hace menos de un año, acaparaba casi dos tercios de la demanda.

Anfac, la patronal de los fabricantes rechaza que se quiera justificar una mayor presión fiscal por cuestiones medioambientales. «Los modelos nuevos, que ya cumplen con la normativa Euro 6, tienen muy poca diferencia en emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas respecto a un vehículo de gasolina, así como muy bajas emisiones de dióxido de carbono», manifestó ayer.

Los fabricantes afirman que la subida del impuesto del diésel «redundará en una reducción drástica de la cuota de mercado en España para este tipo de vehículos, e impactará en las previsiones de producción de las fábricas nacionales. Alertan también de que la elevada petición de coches de gasolina puede provocar un aumento de precios, porque la producción actual no satisface la demanda.