Yo quiero #humanos en la oficina

ECONOMÍA

MARIA PEDREDA

Se trata de un movimiento que intenta recuperar a las personas como centro en las empresa

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿A usted le gustaría ser algo más que un número en su empresa? ¿Usted cree que su experiencia en el trabajo es amarga? Si la respuesta es sí, que sepa que no es el único ser en la Tierra que tiene ese sentimiento. Ya hay más de 500.000 personas que siguen en la red #humanos en la oficina, un movimiento que intenta recuperar a las personas como centro en las empresa. El compromiso con el talento y el trato humano son los valores diferenciales de esta iniciativa que impulsó Miguel Ángel Pérez Laguna, experto en recursos humanos, a principios de este año, y en el que ya han dejado su huella 2.000 compañías, entre las que figuran Sareb, CaixaBank, Mahou, ZyA Consultores e instituciones como la Universidad Complutense de Madrid. Pérez Laguna ve de forma crítica que todavía siga habiendo compañías cuyos directivos piensan que sus plantillas están llenas de incompetentes y que solo ellos están en posesión de la verdad, e insiste en que en el mundo de la digitalización la verdadera revolución llegará a través de los trabajadores.

#humanos en la oficina impulsa un gran manifiesto -abierto a los responsables empresariales que deseen participar- para poner en común nuevas ideas que cambiarán la forma de relacionarse en el trabajo. Entre las públicas figuran:

Primera, de Miguel Torres, presidente de Senun40: «No se trata de pagar por un cargo. Se trata de remunerar por la visión que aporta cada persona. Planteemos el sueldo en función de dos etiquetas: qué vas a aportar aparte del trabajo y cómo vas a ser embajador de la empresa».

Segunda, de Federico Delgado, gerente de gestión del cambio en Sareb: «Necesitamos buena gente buena. Esto es: comencemos la revolución de las buenas personas. Vamos a poner blanco sobre negro. Hay que saber quiénes son los tóxicos y si realmente los necesitamos».

Tercera, de Alberto Trallero, director general de AP CaixaBank: «¿Y si ponemos a las personas en el centro de la estrategia en vez de al cliente? El tesoro son ellas, el cliente viene con ellas. Del departamento de recursos humanos, al de área de personas. Empecemos cambiando el nombre porque ya no somos recursos».

Cuarta, de Giorgio Montalvo, experto en emprendimiento: «¿No sabes qué hacer con un sénior? Pruébalo durante dos o tres meses en una posición. El 90 % te van a sorprender con ganas y talento. A lo mejor eres tú el que no estás a la altura».

Quinta, de Nancy Becerra, asesora empresarial de Fremap: «Y si recuperamos el concepto de lealtad en el proceso de selección? En nuestro vocabulario cotidiano es la palabra que une ética, moral, cultura, emoción y motivación».

Sexta, de Miguel Ángel Pérez, director de Promise People: «El sueldo tiene que pasar de las categorías actuales a tres fases. El mínimo viable, el inicial y el de desarrollo. El mínimo debe darte para vivir razonablemente, y poder comprarte un artículo nuevo o ropa una vez al mes. Lo demás será considerado como explotación, sin ambigüedades.