De Sousa alega que sin sus prácticas contables irregulares Pescanova habría desaparecido

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

Recurre la petición de 31 años de cárcel y 22 millones de fianza

22 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas ocho días ha tardado la defensa del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, en recurrir el auto de apertura de juicio oral dictado por el juez José de la Mata (con fecha del 11 de junio), que eleva la petición fiscal a 31 años de prisión, y fija una fianza de 22 millones de euros, por ocho delitos que habrían desencadenado la quiebra del grupo pesquero en el año 2013.

En un escrito enviado al Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional con fecha del 19 de junio, los abogados de De Sousa se dan por enterados de las acusaciones por los presuntos delitos de falseamiento de información económica y financiera, falseamiento de cuentas anuales, uso de información relevante, estafa, falsedad en documento mercantil, obstaculización en la labor de los órganos supervisores y alzamiento de bienes.

Pero califican de «sorpresiva» la acusación por un supuesto delito de insolvencia punible «del que no fue nunca objeto de imputación y por el cual, en consecuencia, nunca se le tomó declaración». Los abogados del expresidente de Pescanova dicen que esta imputación «vicia de nulidad el auto de apertura de juicio oral», y tiran de jurisprudencia para advertir al juez que «nadie puede ser acusado por unos determinados hechos sin haber sido oído previamente».

Yendo a la argumentación que echaría por tierra esta acusación, el escrito de la defensa de Sousa sostiene que «nunca se reprochó formalmente [a su representado] el llevar a la quiebra a Pescanova SA, imputación no solo inédita sino insostenible».

Todo lo contrario, según afirman los abogados en el recurso de nulidad: «De no haber sido por estas prácticas contables, la empresa hubiera quebrado igualmente por el estrangulamiento del crédito que sufría, y muy probablemente hubiera desaparecido, perdiendo todos sus puestos de trabajo, ante la falta de madurez de las inversiones».

Dicho de otro modo, el recurso viene a argumentar que las irregularidades contables que, según el auto del juez, se cometieron en Pescanova de forma consciente durante años, habrían sido cometidas para salvar a la compañía. «El resultado hubiera sido bastante más grave que el que hoy ofrece la empresa», sostienen los abogados de De Sousa.

Fianzas o embargos

Fernández de Sousa es el principal encausado en el auto de apertura de juicio oral, en el que figuran 19 imputados, entre ellos, el hijo del expresidente, Pablo Fernández Andrade, que en otro escrito remitido a la Audiencia Nacional recurre la fianza impuesta (504.000 euros en concepto de multa y 161,4 millones en concepto de fianza solidaria).

Todos los acusados están convocados entre los próximos días 28 y 29 de junio ante el juez De la Mata para recibir las correspondientes notificaciones de petición de fianza. A partir de ese momento, tendrán 5 días de plazo para depositar las sumas requeridas. De lo contrario, el juez empezará a decretar embargos.