«Eso de coger el coche a la ligera se acabó»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Carlos Castro

15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con los carburantes por las nubes, los clientes de las estaciones de servicio no dan crédito al incremento del gasto en el llenado del depósito.

Como Marcos Bautís, de Santiago, un joven repartidor, a cargo de un camión de empresa, que pasa por el surtidor cada cuatro o cinco días. «Está muy caro, ahora necesito sesenta euros para llenar el depósito, cuando hace no mucho eran diez menos», asegura. Para los «ricos quizás no sea un problema, pero para las empresas y para los que trabajamos en transporte está muy difícil».

María Losas es una asturiana de 25 años que trabaja de comercial. Ayer, mientras repostaba cerca de Lugo, confesaba que, si tiene tiempo y opción, busca las gasolineras más económicas. «Conozco estaciones más baratas que esta, pero estaba en la reserva y tuve que parar a repostar», añadió.

David Fonte hacía cola en la gasolinera de Pontedeume, una de las más baratas de la provincia: «Intento surtirme en las más baratas, porque necesito el coche todos los días para ir a trabajar». Juan Caridad también intenta parar en esa misma estación de servicio. «O combustible subiu dabondo», lamenta.

El ourensano Julio Novoa necesita el coche para ir todos los días al trabajo y la subida del combustible le está afectando: «Llevamos un mes que no ha parado de subir y, aunque sean unos céntimos cada día, a final de mes es mucha diferencia y se nota en el bolsillo». «Usar menos el coche no puedo, pero mirar dónde está más barata, desde luego», asevera.

José Manuel Pérez González es el encargado de la gasolinera Pérez Rumbao en Ourense. Asegura que la subida de precios de las últimas semanas se ha notado. La gente llena el depósito asumiendo la diferencia de coste, pero intenta acudir con menor frecuencia. «Eso de coger el coche a la ligera se acabó. Los clientes se quejan e intentan economizar».

Segundo Cernadas, de A Coruña, asegura que llenar el depósito le cuesta 70 euros. Para evitar semejante carestía - «es inaudito, con una refinería aquí»- trata de utilizar menos el coche y buscar surtidores de bajo coste. Laura Lourido solía viajar en bus, ahora ya no puede: «Esto es una ruina».

Con información de Mario Beramendi, Tania Taboada, Bea Abelairas, Marta Vázquez y Emiliano Mouzo.