España era más ambiciosa y apostaba por tres puntos más
15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Doce horas después de mucho tirar y aflojar, los equipos negociadores del Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo (representa a los Gobiernos de los Veintiocho) han acordado que el 32 % de toda la energía que se consuma en la UE en el 2030 proceda de fuentes renovables, tres puntos menos de lo solicitado por el Ejecutivo comunitario, pero mucho más de lo que muchos países estaban dispuestos a alcanzar. Al fin y al cabo, negociar es esto. Ahora tanto la Eurocámara como el Consejo deben ratificar el acuerdo político. Salvo sorpresa, será un puro formulismo.
«Este acuerdo es una victoria duramente ganada en nuestros esfuerzos por liberar el verdadero potencial de la transición de energía limpia de Europa. Esta nueva ambición nos ayudará a cumplir nuestros objetivos del Acuerdo de París y se traducirá en más puestos de trabajo, menores facturas de energía para los consumidores y menos importaciones de combustible. Estoy particularmente satisfecho con el nuevo objetivo europeo del 32 %», se felicitó el comisario de Energía, el español Miguel Arias Cañete, quien recalcó que «la naturaleza vinculante del objetivo también proporcionará certeza adicional para los inversores».
El porcentaje actual de renovables ronda ahora el 17 %, de ahí que haber pactado un compromiso vinculante del 32 % sea un logro tan loado. Además, Bruselas ha conseguido que las capitales se comprometan a revisar al alza estos objetivos en el 2023. Lo que no se ha logrado es establecer metas vinculantes para cada Estado miembro, algo que sí existe en la actualidad. De esta forma, países del este como Polonia, extremadamente carbonizados, tendrán más margen de maniobra. De hecho, el acuerdo alcanzado en las primeras horas de ayer prevé la creación de un fondo para ayudar a las comarcas europeas que peor lo van a pasar, las más dependientes del carbón.
En el caso español, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, calificó el acuerdo como una «fantástica noticia», ya que considera que es muy bueno «para España y su industria».
Sí al autoconsumo
Subrayó que recoge «facilidades importantes» y destacó «el peso que deben tener los sistemas de autoconsumo en la contribución y constitución de un modelo energético diferente». Así, Ribero se mostró segura de que España está preparada para cumplir con esos objetivos en el 2030 y abogó por mirar más allá, con un reto para el 2050 de «un sistema energético eficiente, inteligente y 100 % renovable». Insistió en que con estas medidas se abren nuevas oportunidades para la industria española.