Empresas gallegas del sector TIC buscan trabajadores para cumplir mil empleos

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

La salida anual de titulados resulta insuficiente para cubrir la demanda creciente que crean los nuevos proyectos

11 jun 2018 . Actualizado a las 23:42 h.

En estos tiempos de recuperación tras una larga crisis económica, muy marcados todavía por la sobreoferta de mano de obra parada que abarata el coste de los ocupados, el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se presenta como una excepción, como algo insólito, casi como el que conduce por el sentido contrario en la carretera: no solo es una actividad con pleno empleo, sino que ahora, dado su vertiginoso crecimiento, se encuentra con serios problemas para cubrir sus cada vez mayores necesidades laborales.

Una reciente encuesta elaborada por el clúster gallego del sector muestra que el 55 % de los socios que han respondido, es decir, 103 empresas, tienen 700 vacantes; si se añaden los que han comunicado su situación, aunque no oficialmente, y los datos de las empresas de fuera de la asociación, suman otros 300. Es decir, un millar de puestos disponibles que las compañías no son capaces de cubrir. Este es un problema extensible a Europa y al resto del mundo, de ahí que las firmas gallegas estén exportando, pero el déficit en la comunidad se ha agravado en los últimos años. La producción anual de titulados, buena parte ingenieros informáticos, no cubre las necesidades de unas empresas embarcadas cada vez en más proyectos.

«Quizá los resultados de esta encuesta nos sirvan para trasladar a la sociedad, y a quien toma las decisiones, que las TIC no son una actividad auxiliar, sino un sector en sí mismo, capaz de absorber empleos que se pierden en otras actividades por la robotización; tenemos también un déficit de matriculaciones en las carreras técnicas», explica Antonio Rodríguez del Corral, presidente del Clúster TIC Galicia. Según precisa, este problema se le ha trasladado a la Xunta, «que está respondiendo muy rápido», reconoce. Del millar de puestos sin cubrir, un 65 % irían destinados a atender a los clientes en Galicia, y un 35 % estarían ya relacionados con el negocio exterior. Ariana Carro, responsable de recursos humanos en Aldaba, una consultora TIC coruñesa que emplea a cien trabajadores, advierte que el déficit de empleados es muy alarmante en el área de A Coruña. «La competitividad por captar candidatos es enorme y digamos que el perfil de lo que se demanda en un 70 % sería el de ingenieros informáticos y en otro 20 %, de personal de FP vinculado a aplicaciones webs y multiplataformas», detalla. La situación hace que, cualquier empresa que mejore una oferta en tiempo o en dinero se lleva enseguida al candidato, según explica esta responsable de recursos humanos. 

A contracorriente

Durante los años más duros de la crisis, el de las TIC fuer el único sector que no solo no destruyó empleo, sino que sus empresas lograron aumentar plantilla y facturación. Esta actividad concentra en la comunidad gallega un total de 3.410 empresas y da trabajo a casi 22.000 personas, la mayor cifra en los últimos cinco años. Esto coloca a Galicia como la quinta autonomía en número de compañías, solo superada por Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia. Se trata de un sector que aporta el 2,1 % del producto interior bruto gallego (PIB), según los datos que maneja el último balance elaborado por el Observatorio de la Sociedad de la Información en Galicia (Osimga), adscrito a la Axencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (Amtega). Se trata, además, de un sector que tiene cada vez una mayor presencia en los mercados exteriores, con especial relevancia de las exportaciones en equipos relacionados con la telecomunicación, por el fuerte peso que representa una compañía como Televés.

También se trata de una actividad con una marcada apuesta por la inversión en investigación y desarrollo (I+D). Los últimos datos disponibles, por ejemplo, muestran que 900 empresas del sector de diez o más trabajadores desarrollaron el último año algún tipo de actividad innovadora. Solo entre el 2014 y el 2016, según los datos que maneja la Administración gallega, hubo 2.053 compañías con más de diez empleados en plantilla que invirtieron en I+D. A nivel estatal, Galicia ocupa la sexta posición en el ránking de empresas innovadoras, gracias, sobre todo, al sector TIC.

Una consecuencia del imparable proceso de digitalización en la sociedad

Con sedes en Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago y São Paulo, Imatia es una compañía gallega que tiene 120 personas en plantilla y que desarrolla soluciones informáticas para empresas y Administraciones públicas. Trabaja, fundamentalmente, en los sectores de la moda, la logística y las telecomunicaciones. «Estamos en un proceso de transformación digital, de cambio, de modernización, y esto afecta tanto a las empresas como a las Administraciones, por eso hay tantos proyectos y tanto trabajo en este escenario de industria 4.0», explica Fernando Vázquez, el máximo ejecutivo de una compañía que vive en sus propias carnes la dificultad para encontrar en la comunidad gallega trabajadores cualificados.

«En los últimos dos años, en nuestra empresa hemos contratado 70 personas, y eso que nosotros somos medianos, no de las compañías más grandes», ilustra el director de Imatia. A su entender, el número de personas que estudian especialidades técnicas ha bajado, y a esto se suma que, en concreto, la carrera de Ingeniería Informática, que se imparte en A Coruña, Santiago y Ourense, saca cada año unos 200 titulados, cifra insuficiente para atender las necesidades crecientes de las empresas.

Las compañías consultadas plantean como alternativa adecuar los perfiles que provienen de otras carreras, como Matemáticas o Empresariales, de forma que puedan participar en este proceso.

«En Estados Unidos y en Alemania este también es un problema grande, hay un déficit importante, y por eso en gran medida nos están contratando a nosotros proyectos», explica Fernando Vázquez. Con sede en Milladoiro (Ames), Evelb es una compañía con 22 empleados que se dedica, fundamentalmente, al desarrollo de software y al mantenimiento de hardware. «Tenemos muchos problemas para contratar: hay poca oferta de trabajadores y mucha demanda», se queja Marcos Fontáns, director general de la compañía. 

Instruir a las plantillas

Según explica, a la falta de empleo se suman los déficits de formación. «Nosotros tenemos que formar a gente, y necesitamos emplear personal muy cualificado que enseñe a los nuestros, y es ahí donde encontramos problemas para contratar: existe una enorme competitividad por hacerse con estos perfiles», precisa el director de Evelb.

Las empresas más pequeñas, las que empiezan, las que tienen una necesidad de ganar tamaño para competir en un mundo global, son precisamente las que se encuentran con mayores dificultades para encontrar el personal, dada su menor capacidad para ofrecer retribuciones más altas y mejores condiciones laborales.