La gestión del Santander
Macroampliación y compensaciones. Precisamente para evitar la judicialización, el Santander lanzó los denominados bonos de fidelización, por los que devolvía su inversión a los pequeños accionistas (hasta 100.000 euros) que acudieron a la ampliación del 2016, a cambio de que renunciaran a iniciar acciones legales. Y para sanear la entidad, el grupo de Ana Botín tuvo que hacer una macroampliación de capital de 7.000 millones, inédita en España, que consiguió garantizar la viabilidad del Popular en medio del terremoto.