Irlanda, el espejo en el que tendrían que mirarse las granjas gallegas

Xoán Ramón Alvite Alvite
xoán ramón alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El gigante celta se convierte en referente europeo en producción láctea con el pastoreo

20 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni es el principal país productor de Europa -genera menos leche que España y apenas la quinta parte que Alemania- ni es el que cuenta con una industria transformadora más potente; ni siquiera es el que más destaca por la calidad del ganado o por emplear sistemas de trabajo novedosos, más bien todo lo contrario. Sin embargo, tras la desaparición de las cuotas hace ahora tres años, Irlanda se ha convertido en una referencia europea en la producción láctea debido a su enorme capacidad de crecimiento y, fundamentalmente, a su tradicional apuesta por el pastoreo, que le ha permitido situarse como el país con los costes de producción más bajos del continente.

Mientras que a un ganadero gallego le cuesta más de 30 céntimos cada litro de leche que entrega a la industria, para un irlandés la cifra difícilmente sube de los 23. Esta diferencia, además de aumentar enormemente la rentabilidad de las granjas, les permite soportar mejor contextos de bajos precios en origen como el actual y mejorar la posición exportadora del país.

beneficio de los pastos

El pastoreo que fue habitual en Galicia. El secreto a voces del sector lácteo irlandés es el aprovechamiento de los pastos. Un sistema de manejo y alimentación del ganado que era habitual en Galicia hace años, pero que ha ido perdiendo peso en favor de granjas intensivas en las que las vacas permanecen permanentemente estabuladas.

Es cierto que las explotaciones celtas cuentan con mayor base territorial que las gallegas, lo que les permite una menor carga ganadera -número de vacas por hectárea- y, por tanto, un mejor aprovechamiento de la superficie. Tal y como apunta el experto del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo César Resch en su informe sobre la producción láctea irlandesa, los ganaderos logran producciones de entre 12 y 14 toneladas por hectárea y año de materia seca que son aprovechadas en un 80 % en sistema de pastoreo, cifras impensables en nuestra comunidad, donde más del 70 % del forraje se aprovecha mediante el ensilado.

Concentración de partos

Mejor planificación. Las granjas irlandesas -se calcula que sobre el 85 %- realizan una sincronización de los celos de los animales que les permite planificar los partos para una época concreta del año, normalmente para el mes de abril. Con esta práctica consiguen hacer coincidir el pico de producción de las vacas con el momento en que mayor forraje hay disponible en las fincas.

Este método de manejo del rebaño permite reducir la dependencia del pienso -el consumo medio por vaca y año en Irlanda se sitúa en los 1.100 kilos, menos de un tercio que en Galicia- y por tanto los gastos de alimentación, la partida de costes más abultada -más del 60 % del gasto total- a la que deben hacer frente las granjas.

Vacas más longevas

Aunque menos lecheras. La apuesta por el pastoreo y la reducción de la cantidad de pienso que comen las vacas tiene un reflejo directo sobre la cantidad de leche que producen. De hecho, la media de ordeño de las vacas irlandesas apenas supera los 5.500 litros anuales, lejos de los más de 8.000 que se promedian en Galicia.

Es cierto que este recorte de la producción también tiene un reflejo importante en la longevidad de los animales. que, de media, amplían su período productivo en más de dos años.

Hacia la transformación

Valor añadido. Al contrario de lo que sucede en Galicia, la industria láctea irlandesa ha apostado por la transformación de la materia prima, aspecto al que ayuda en buena medida la excelente calidad que se consigue con la leche procedente del pasto. Actualmente, se calcula que más de la mitad de la materia prima que se produce en el país se procesa como mantequilla y un 25 % más como queso o leche en polvo, productos de gran valor añadido y fácilmente transportables a cualquier lugar del mundo.

Vocación exportadora

Abastecimiento interior. Mientras que en España se produce un 30 % menos de leche de la que se consume, en Irlanda sucede lo contrario y el mercado interior apenas es capaz de absorber el 10 % de los más de 6 millones de toneladas de leche que produce anualmente.

En este sentido, la apuesta por la internacionalización ha sido clara y los productos lácteos irlandeses ya están presentes en más de 140 mercados, aunque son, por este orden, el Reino Unido, China, Alemania, los Países Bajos y EE. UU. sus principales clientes.