China asegura que es imposible negociar con EE.UU. para evitar una guerra comercial

Efe PEKÍN

ECONOMÍA

CHINA DAILY | REUTERS

Pekín culpa a Washington y dice que responderá a las medidas proteccionistas de Estados Unidos con las contramedidas que sean necesarias

09 abr 2018 . Actualizado a las 11:45 h.

El Gobierno de China aseguró hoy que no es posible mantener negociaciones con Estados Unidos para evitar una guerra comercial entre las dos economías, debido a las amenazas de Washington en forma de aranceles.

«Bajo las actuales circunstancias es imposible emprender negociaciones comerciales y las fricciones son culpa de Estados Unidos», destacó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang.

«Estados Unidos por un lado utiliza las sanciones como amenaza y por otro dice querer iniciar negociaciones, pero no sabemos cuál es el verdadero motivo tras esto», subrayó Geng, que insistió en que China responderá a las medidas proteccionistas de EE.UU. con las contramedidas que sean necesarias.

«Si EE.UU. anuncia finalmente nuevos aranceles por valor de 100.000 millones de dólares (como el presidente Donald Trump insinuó la semana pasada) inmediatamente adoptaremos contramedidas sin dudarlo», declaró Geng.

El portavoz también advirtió de que «el pueblo chino siempre cumple sus promesas». «Nadie debe infravalorar nuestra decisión a la hora de salvaguardar nuestros derechos e intereses legítimos», añadió.

Geng señaló, por otra parte, que los primeros afectados por la posible guerra comercial han sido los valores de las Bolsas estadounidenses, uno de los motivos que adujo para pedir a Washington que «no malinterprete la situación y detenga sus medidas lo antes posible».

Pekín y Washington parecen abocadas a una guerra comercial a raíz de que la Administración de Trump anunciara aranceles contra la importación de productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, como medida para compensar el déficit comercial crónico de EE.UU. con China.

El gigante asiático informó la semana pasada de la puesta en marcha de tarifas por un valor similar contra productos estadounidenses si EE.UU. materializaba las suyas, lo que fue respondido por Trump con la amenaza de aumentar los aranceles estadounidenses hasta los 150.000 millones de dólares.